Como
estamos en la era de las modas, debo decir que últimamente está muy de moda
escuchar a la gente decir que está agotada, cansada, sin energías, que duerme
pero no descansa. Otra de las modas muy recurrentes es ser vegetariano, de
pronto ese asunto de no comer nada que tenga dos ojos es un boom.
Ambas
prácticas pudieran indicar que hay un déficit de vitamina B12 en tu organismo.
Esta se encuentra en diversos alimentos de fuente animal como: los huevos;
alimentos enriquecidos como la leche de soya, la carne de res, la leche y sus
derivados, las vísceras (hígado y riñón), la carne de aves y los mariscos.
Los
vegetarianos que no comen nada de esto y quienes en su ingesta normal tampoco
incluyen estos alimentos en su plato pueden presentar baja de vitamina B12 y
del complejo de vitaminas B en general, lo que se ve derivado en: anemia, pérdida
del equilibrio, entumecimiento u hormigueo en brazos y piernas, debilidad,
fatiga, sueño excesivo, sensación de estrés, ansiedad y depresión.
Los
ocho subtipos de la vitamina B son la vitamina B1 (tiamina), vitamina B2
(riboflavina), vitamina B3 (niacina), vitamina B5 (ácido pantoténico), vitamina
B6 (piridoxina), vitamina B7 (biotina), vitamina B9 (ácido fólico) y vitamina
B12 (riboflavina).
El
complejo B es fundamental para el funcionamiento saludable del sistema
nervioso. Vitamina B5: necesaria para el correcto funcionamiento de las
glándulas suprarrenales y la producción de algunas hormonas y sustancias que
regulan los nervios. Vitamina B12, vitamina B1, vitamina B6: esenciales para la
regulación y el funcionamiento correcto de todo el sistema nervioso. Vitamina
B9: esencial para prevenir defectos del tubo neural en el feto durante el
embarazo.
Se
encarga de promover el crecimiento celular, la división celular, salud de la
piel, el sistema inmunológico, el sistema nervioso y también del control de los
procesos metabólicos del cuerpo.
Además
favorece una correcta digestión y la producción de HCl (ácido clorhídrico) para
ayudar en la descomposición de las grasas, proteínas e hidratos de carbono.
Especialmente vital para la buena digestión son las vitaminas B1, B2, B3 y
vitamina B6. Una deficiencia en cualquiera de estas vitaminas del grupo B puede
conducir a la digestión deficiente y la deficiencia de nutrientes esenciales.
Este
complejo B y su adecuada absorción en el organismo fortalece el crecimiento del
cabello y las uñas, así como también retrasa los signos del envejecimiento
natural; evita el acné y la irritación en la piel.
La
memoria también se ve favorecida, los niveles de estrés y ansiedad se reducen
notablemente y eso permite que el cerebro esté más enfocado en sus tareas
diarias lo que permite mayor rendimiento.
La
vitamina B9 mejor conocida como ácido fólico juega un papel fundamental en el
embarazo tanto para la madre como para el bebé, por ello es de las primeras
recetas en el proceso de gestación.
Un
grupo importante de personas de más de 50 años pierden la capacidad para
absorber la vitamina B12 a través de los alimentos. Quienes siguen una dieta
vegetariana estricta y no consumen huevos o productos lácteos pueden necesitar
suplementos de vitamina B12. Quienes se han sometido a una cirugía
gastrointestinal, como la cirugía para bajar de peso, pierden la capacidad para
absorber la vitamina B12. Es posible que las personas que tienen trastornos
digestivos, como celiaquía o enfermedad de Crohn, no puedan absorber suficiente
vitamina B12.
La
vía más rápida y directa para incorporar esta vitamina en el organismo es a
través de la inyección. El médico tratante te indicará la dosis adecuada de
acuerdo a tu talla, edad y peso y los resultados son casi inmediatos. Una vez
aplicada la primera dosis la sensación de energía en el cuerpo se transforma
significativamente.
Algunas
personas reportan efectos adversos como nauseas o pérdida de apetito pero
suelen ceder con el paso de las horas. Es importante no aferrarse a este método
ya que estudios se encuentran evaluando la posibilidad de que el abuso de
inyecciones de vitamina B12 por tiempos prolongados pueda estar relacionado con
pérdida de calcio, úlcera, dolor en las articulaciones, deshidratación y
depresión. Siempre es importante consultar con el médico ya que la B12 puede
tener interacción con otros medicamentos que usted puede estar consumiendo.
A
parte de la inyección existe la opción de un gel nasal, pastillas sublinguales
o complejos vitamínicos en pastillas. Lo más recomendable es que la ingesta sea
a través de las comidas.
Hay
quienes vinculan la vitamina B12 con la pérdida de peso, especialistas explican
que no tiene ningún nexo, la única explicación es que, la persona al tener más
energía siente más deseos de hacer ejercicios y la jornada rinde más con mayor
vitalidad y eso se deriva en pérdida de peso a corto y mediano plazo.
Ya
conocimos un poco del complejo B vital para el desarrollo de procesos
importantes en nuestro organismo. Si tienes algunas de las señales que
mencionamos aquí prueba incorporando estos alimentos en tu dieta diaria o
suplementos de vitamina B12 para identificar lo que necesitas.
Fuentes
consultadas: complejob.net y medlineplus. Hasta la próxima, sonríe siempre.
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