¿Sabía usted, padre, madre, representante, maestra, que la meningitis puede confundirse inicialmente con una gripe o una virosis? Aunque suene sencillo, es algo realmente alarmante y además es una información que muchos desconocen.
La meningitis es una inflamación de las meninges que son unas membranas que recubren el sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal), y están envueltas en el líquido cefalo – raquídeo que protege al cerebro. Esto es causado usualmente por una infección a través de virus, bacterias e incluso algunos parásitos.
Existen varios tipos: meningitis virales, que se presentan frecuentemente en los infantes, usualmente perteneciente al grupo conocido como enterovirus y la evolución del paciente casi siempre es totalmente favorable. Se le aprecia en épocas de temperatura fresca. La meningitis bacteriana por su parte es sumamente grave, muchas bacterias pueden provocarla, entre las más comunes se encuentran: el Haemophilus influenzae tipo b, el Streptococo pneumoniae (Neumococo) y la Neisseria meningitidis (conocida como Meningococo) para estas existen vacunas preventivas y cuando se contrae los médicos las atacan con fuertes tratamientos por ser muy agresivas. También existe otro tipo conocido como meningitis aséptica, se presenta inflamación pero nunca se identifica la causa.
Para su diagnóstico se recurre a la punción lumbar para extraer líquido cefalo - raquídeo y hacerle su respectivo análisis químico, micro - biológico, cultivos, así como también las pruebas virológicas; además de exámenes de sangre que pueden orientar el diagnóstico.
Todas se transmiten básicamente por vías respiratorias, en las góticas de saliva a través de estornudos, tos y/o manos sucias, es muy fácil confundirla inicialmente con una gripe por los síntomas y su contagio.
Los niños y niñas son los más vulnerables al contagio en etapa lactante y pre-escolar, especialmente menores de 6 años, así como también los ancianos, los pacientes con HIV, cáncer, leucemia, entre otros. Donde se encuentren estos pacientes es recomendable ventilar el ambiente.
Varios factores pueden provocar meningitis, para proteger al bebé contra ellos debes aplicarle la vacuna anti - haemophilus influenzae o la pentavalente que incluye esta bacteria; la de neumococo y meningococo. Para prevenir la haemophilus son 3 dosis y un refuerzo: a los 2, 4 y 6 meses y luego al año. Para neumoco la misma periodicidad y el refuerzo al cumplir un año el bebé. Y la de meningococo que se coloca después de los 6 meses o al año una o dos dosis depende del estado endémico del área (si hay existencia de brotes de meningitis) o si el niño tiene algún cuadro inmunológico especifico con infecciones o enfermedades presentes por otras causas.
La parte grave del asunto puede hacerse visible cuando hablamos de las secuelas. De los niños que padecen meningitis un 40 % están expuestos a presentarlas sobre todo la relacionada con la bacteriana. Podrían ser problemas auditivos, sorderas sobre todo en las infecciones por neumococo, puede haber retardo psicomotor o del desarrollo. Sin embargo, la pediatra Morella Martínez asegura que si el tratamiento y la detección ocurre a tiempo y de manera efectiva, el paciente puede librarse de cualquier tipo de secuelas a futuro.
Los síntomas son variables, en bebés es difícil identificarlos podría ser fiebre o falta de apetito, sin embargo, ya en niños más grandes se identifican algunos indicativos llamados “signos meníngeos” como la rigidez de nuca donde la cabeza se mantiene rígida sin poder mover el cuello ya que hacerlo las membranas inflamadas le causan mucho dolor y por ello lo evita echando la cabeza hacia atrás, esto les ocasiona también irritabilidad en el carácter y llantos incontrolables y vómitos explosivos. En el caso de los adultos es más fácil evidentemente identificar los síntomas.
En el área pediátrica la meningitis es uno de los diagnósticos más graves. En nuestro país la vacuna pentavalente y Haemophilus son gratis a través del sistema público de salud; la neumococo y meningococo sólo se aplican en medicina privada. No retarde la ida al médico, no deje pasar fiebres ni aplique tratamientos sin consultar, la salud y la vida de su hijo es lo primordial. Agradecemos a la Dra. Morella Martínez por toda la información suministrada. Escríbeme a gentesaludableradio@gmail.com y visítame en http://www.jennymarques.blogspot.com/. Sonríe siempre. Hasta pronto.
La meningitis es una inflamación de las meninges que son unas membranas que recubren el sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal), y están envueltas en el líquido cefalo – raquídeo que protege al cerebro. Esto es causado usualmente por una infección a través de virus, bacterias e incluso algunos parásitos.
Existen varios tipos: meningitis virales, que se presentan frecuentemente en los infantes, usualmente perteneciente al grupo conocido como enterovirus y la evolución del paciente casi siempre es totalmente favorable. Se le aprecia en épocas de temperatura fresca. La meningitis bacteriana por su parte es sumamente grave, muchas bacterias pueden provocarla, entre las más comunes se encuentran: el Haemophilus influenzae tipo b, el Streptococo pneumoniae (Neumococo) y la Neisseria meningitidis (conocida como Meningococo) para estas existen vacunas preventivas y cuando se contrae los médicos las atacan con fuertes tratamientos por ser muy agresivas. También existe otro tipo conocido como meningitis aséptica, se presenta inflamación pero nunca se identifica la causa.
Para su diagnóstico se recurre a la punción lumbar para extraer líquido cefalo - raquídeo y hacerle su respectivo análisis químico, micro - biológico, cultivos, así como también las pruebas virológicas; además de exámenes de sangre que pueden orientar el diagnóstico.
Todas se transmiten básicamente por vías respiratorias, en las góticas de saliva a través de estornudos, tos y/o manos sucias, es muy fácil confundirla inicialmente con una gripe por los síntomas y su contagio.
Los niños y niñas son los más vulnerables al contagio en etapa lactante y pre-escolar, especialmente menores de 6 años, así como también los ancianos, los pacientes con HIV, cáncer, leucemia, entre otros. Donde se encuentren estos pacientes es recomendable ventilar el ambiente.
Varios factores pueden provocar meningitis, para proteger al bebé contra ellos debes aplicarle la vacuna anti - haemophilus influenzae o la pentavalente que incluye esta bacteria; la de neumococo y meningococo. Para prevenir la haemophilus son 3 dosis y un refuerzo: a los 2, 4 y 6 meses y luego al año. Para neumoco la misma periodicidad y el refuerzo al cumplir un año el bebé. Y la de meningococo que se coloca después de los 6 meses o al año una o dos dosis depende del estado endémico del área (si hay existencia de brotes de meningitis) o si el niño tiene algún cuadro inmunológico especifico con infecciones o enfermedades presentes por otras causas.
La parte grave del asunto puede hacerse visible cuando hablamos de las secuelas. De los niños que padecen meningitis un 40 % están expuestos a presentarlas sobre todo la relacionada con la bacteriana. Podrían ser problemas auditivos, sorderas sobre todo en las infecciones por neumococo, puede haber retardo psicomotor o del desarrollo. Sin embargo, la pediatra Morella Martínez asegura que si el tratamiento y la detección ocurre a tiempo y de manera efectiva, el paciente puede librarse de cualquier tipo de secuelas a futuro.
Los síntomas son variables, en bebés es difícil identificarlos podría ser fiebre o falta de apetito, sin embargo, ya en niños más grandes se identifican algunos indicativos llamados “signos meníngeos” como la rigidez de nuca donde la cabeza se mantiene rígida sin poder mover el cuello ya que hacerlo las membranas inflamadas le causan mucho dolor y por ello lo evita echando la cabeza hacia atrás, esto les ocasiona también irritabilidad en el carácter y llantos incontrolables y vómitos explosivos. En el caso de los adultos es más fácil evidentemente identificar los síntomas.
En el área pediátrica la meningitis es uno de los diagnósticos más graves. En nuestro país la vacuna pentavalente y Haemophilus son gratis a través del sistema público de salud; la neumococo y meningococo sólo se aplican en medicina privada. No retarde la ida al médico, no deje pasar fiebres ni aplique tratamientos sin consultar, la salud y la vida de su hijo es lo primordial. Agradecemos a la Dra. Morella Martínez por toda la información suministrada. Escríbeme a gentesaludableradio@gmail.com y visítame en http://www.jennymarques.blogspot.com/. Sonríe siempre. Hasta pronto.
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