La felicidad, la tan mentada felicidad, es
prácticamente un misterio para todos. Quienes aprenden a vivir el día a día, el
aquí y el ahora, cuentan que allí está el secreto. Quienes tienen familias
numerosas y se entregan por entero a su atención y cuidado, aseguran que así se consigue la felicidad. Quienes entregan su vida a Dios y a su servicio, ratifican que solo Dios puede darnos aquellas cosas que nos faltan en nuestro corazón para sentirnos plenos.
En esta ocasión me topé con esta publicación sobre Mark
Chernoff, un periodista estadounidense quien publicó en su blog una lista de 12
consejos para alcanzar la felicidad que su abuela le mostró antes de morir.
Dichos consejos
habían sido escritos en un diario que la abuela le había regalado antes de
fallecer y él decidió subirlos a su blog personal, generando un gran revuelo en
las redes sociales. En el diario, su abuela había escrito ideas, pensamientos,
citas, letras de canciones y otras cosas importantes a lo largo de su vida.
Aquí van los consejos,
cargados de sabiduría:
1. Aspire el
presente, espire el pasado. Esté donde esté y pase lo que pase nunca pierda la
fe de ver la luz al final del túnel. Nunca espere, exija ni presuma.
Simplemente haga lo que sabe hacer y entonces pasará lo que tenga que pasar.
2. La vida puede
ser más fácil. No hay por qué hacer dos cosas a la vez. Respire y viva el
presente. Dele algo a la vida y la vida se le dará todo.
3. Los demás deben
aceptarnos tal como somos. Hay que decir la verdad aunque nos tiemble la voz.
Siendo nosotros mismos traemos la belleza al mundo. Debemos seguir nuestro
camino con seguridad y no esperar que los demás nos entiendan, sobre todo si
ellos no saben adónde vamos.
4. No somos
siempre la misma persona, y no hay nada malo en ello. En nuestra vida hubo
triunfos y derrotas. Durante la vida nos pasan cosas que nos hacen cambiar de
opinión y de ideales. La vida nos da lecciones que nos ayudan a seguir
adelante. Todo cambia. Dígale a la gente: “Por supuesto que he cambiado, ahora
soy más fuerte que antes”.
5. Todo lo que nos
pasa nos ayuda a mejorar, aunque a veces no nos demos cuenta. Las
circunstancias siempre nos guían, nos cambian y nos hacen mejores, por eso
jamás debemos perder la esperanza. Un hilo se acaba convirtiendo en una cuerda.
La esperanza debe ser nuestra ancla en la vida.
6. No debemos
desear la riqueza, sino la felicidad. Con los años entenderemos el valor de las
cosas, no su precio. Tenemos que valorar los buenos momentos y estar
agradecidos por ellos.
7. Debemos estar
animados y alegres. Debemos sonreír a todos los que nos envidian y tratan de
hacernos daño, mostrándoles lo que ellos no tienen.
8. Hay que prestar
atención a los seres queridos. Cuando nuestra pareja dice “no me pasa nada”
debemos mirarle a los ojos, abrazarla fuerte y decirle “sé que tienes
problemas”. Piense que usted es una pequeña baliza para la gente en momentos
más oscuros de sus vidas.
9. De vez en
cuando hay que distanciarse de un amigo para que este pueda desarrollarse.
10. Mirando atrás,
es mejor decir “no puedo creer que lo haya logrado” que “me arrepiento de
haberlo hecho”. La gente siempre nos juzga, por eso no debemos tratar de
impresionar a los demás, sino vivir para impresionarnos a nosotros mismo.
11. A veces para
lograr un resultado hay que distanciarse de las personas que no tienen los
mismos intereses que nosotros. Así podemos guardar buenos recuerdos de ellos y
alcanzar nuestros objetivos.
12. Cuando
esperamos un final feliz durante mucho tiempo, tal vez lo que hay que buscar es
un nuevo inicio. Todo el mundo se equivoca, todos aprendemos. Una persona
fuerte es la que sabe reírse de sus errores. Si se ríen es porque nada les
quita la paz ni la confianza.
¿Cuántos de estos
consejos nos dejaron pensando? ¿En cuántos nos paramos a la mitad y lo volvimos
a releer? ¿Cuántos hemos estado tentados a aplicarlos en nuestra vida y no lo
hemos hecho aún? ¿Cuántos quieres aplicar ya?
Por su parte, la
motivadora venezolana Maytte Sepulveda, también nos ofrece unos consejos:
Vive el momento. Cada vez que tu mente te lleve a preocuparte por el futuro, tráela de vuelta al presente. Atiende con todos tus sentidos lo que sucede en el momento, disfrútalo si es bueno, y si no, toma lo mejor sin dejarte afectar y aprende la lección que lleva consigo.
Vive el momento. Cada vez que tu mente te lleve a preocuparte por el futuro, tráela de vuelta al presente. Atiende con todos tus sentidos lo que sucede en el momento, disfrútalo si es bueno, y si no, toma lo mejor sin dejarte afectar y aprende la lección que lleva consigo.
Serena
tus emociones. Aprende a aquietar tus emociones y a no dejarte atrapar por
ninguna de ellas. Un poco de ejercicio, contarle a una persona de tu confianza
lo que te pasa, hacer alguna actividad creativa, pasar tiempo al aire libre,
puede ayudarte a recuperar tu balance emocional.
Rompe la
rutina. Atrévete a hacer algunas cosas diferentes. Puedes cambiar la
vía que usas para ir al trabajo o a tu casa cada día, incorporar pequeños
momentos de ocio para compartir con tus seres queridos o con un amigo,
levantarte más temprano y hacer un poco de ejercicio, o inscribirte en un curso
de relajación, pintura o yoga el fin de semana.
Vive con
pasión. Descubre qué es lo que te motiva y hace que suba tu
entusiasmo y practícalo. Haz un inventario de tus cualidades y apóyate en ellas
para iluminar tu vida. ¡Vence el desánimo, el pesimismo y la apatía! Renueva
las ganas de vivir.
Síguenos en tuiter e
instagram: @gentesaludable. Sonríe siempre. Hasta la próxima
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