Arranco disculpándome por la ausencia
tantos domingos. Hoy les traigo un artículo sobre manejo de emociones en
tiempos difíciles, tomado de la página web crearfuturoglobal.com. Espero que
sea de utilidad para todos en las circunstancias que vivimos y que nos afectan
directa o indirectamente.

Las crisis son momentos críticos de
tensión y transición que afectan las partes: espiritual, mental, emocional y
física de todo ser humano y ocurren principalmente porque aparece un problema
para el cual no se está preparado(a) en estas cuatro áreas. Y es en estos
momentos donde las crisis muestran su cara más aguda, dejando ver muchas veces
por medio de pruebas dolorosas y radicales la necesidad de cambiar los
paradigmas o modelos conscientes e inconscientes que todos tenemos.
Las crisis afectan la vida de todo
hombre de variadas maneras: desde un cambio de trabajo o de mentalidad para
trabajar como le ocurre a un empleado que se ve forzado mediante la necesidad a
cambiar de actividad económica y comenzar un negocio propio, así como terminar
una relación sentimental que se creía buena pero que era más el perjuicio que
causaba que el beneficio, viajar a otro país para establecerse y buscar mejores horizontes,
perder a un ser querido, enfrentar una enfermedad dolorosa o terminal,
enfrentarse a lo desconocido o a la incertidumbre, cambiar de modo de vida
radicalmente, especialmente cuando por prescripción médica se debe hacerlo,
cuando nunca antes se pensó que ocurriría, encontrarse de repente en medio de
una guerra, terminar amistades que no beneficiaban, etc.
Y así ocurren eventos en nuestra vida
que obligan bien sea a modelar nuestros paradigmas o formas de pensar y actuar
habitualmente o a cambiarlas radicalmente. Y muchas veces los hechos obligan a
adaptarse en el menor tiempo posible o de lo contrario las pérdidas o las
consecuencias pueden ser aún mayores o hasta definitivas y devastadoras.
Lo cierto es que ante las crisis
existen dos factores que las condicionan de manera antagónica y son por un lado
la resistencia al cambio y por otra parte la adaptabilidad.
En cuanto a
la resistencia al cambio se refiere, diremos enfáticamente que es la tendencia
innata en el ser humano a perpetuar sus hábitos de vida buenos o malos, y a continuar
viviendo según lo acostumbrado, y a impedir o resistir cualquier cambio que
atente o modifique su modelo de vida, especialmente en la medida en que estos
cambios obliguen a cambiar las formas de pensar y actuar de forma agresiva y
radical. Cabe decir que la resistencia al cambio es un tipo de pensamiento,
emoción y comportamiento centrada en el dolor por aferrarse desesperadamente a
lo conocido.
La adaptabilidad
por otro lado sugiere un modelo totalmente contrario al apego de lo conocido como ocurre
con la resistencia al cambio, aunque para llegar a ella el proceso puede ser
gradual. En la medida en que el evento que se presenta no sea tan drástico que
obligue en tiempo récord a cambiar las formas de pensar y actuar.
Uno de los puntos más difíciles
cuando se enfrentan las crisis está en el manejo de las emociones pues los
sentimientos especialmente de apego y dolor, y miedo a lo desconocido se
instalan de una manera tal en el subconsciente de las personas que hacen
difícil ver una salida al problema o problemas actuales.
La salud física y su entrenamiento
también juegan un papel fundamental en la actitud ante los cambios que trae la
vida. Por ejemplo, una persona que practica una actividad física regular libera
habitualmente en su cuerpo las hormonas del bienestar “beta-endorfinas” que
llevan un mensaje de tranquilidad y optimismo a las células del cuerpo,
mientras que las personas sedentarias o indiferentes al ejercicio físico
liberan mayoritariamente “catecolaminas” que son las hormonas del estrés y la
obesidad.
Herramientas claves para manejar las
crisis:
1) Para ser un(a) auténtico(a)
guerrero(a) que se adapta a los cambios de la vida debes emprender un programa
de automejoramiento continuo para anticiparte a los cambios y manejar las
crisis con asertividad.
2) Aprende a entrenar, cultivar y
mejorar tu actitud frente a la vida y sus cambios.
3) Define tus sueños por escrito y
establece metas por escrito también para cumplirlos para los próximos diez años
y divide cada meta en objetivos para cada mes del año.
4) Lee quince minutos diarios de libros
recomendados. Que trabajen tu parte espiritual, personal, física, etc.
5) La actividad física es extremadamente
importante para la salud mental y emocional.
6) Toma contacto periódico con
la naturaleza.
7) Busca la compañía de
personas que tengan un estilo de vida sano, sin vicios y estables
emocionalmente con valores fundamentales para la vida y la sociedad.
8) Busca un mentor.
9) Cuando llegue un problema sorpresivo
a tu vida y tienda a desencadenar una crisis, míralo como una oportunidad de
aprendizaje que te va a llevar a desarrollar nuevos talentos y oportunidades
para ir aún más lejos en tu crecimiento.
10) Fortalece tu parte espiritual
mediante el estudio, la oración y la meditación. Busca la ayuda de Dios
permanentemente y frecuenta tu iglesia o grupo eclesial participando
activamente de sus actividades regulares.
11) Evita los puntos falsos de apoyo en
tu vida para superar las crisis y momentos difíciles en tu vida como: la
adicción al alcohol, al tabaco, las drogas, la promiscuidad, y cualquier otro
elemento o actividad que atenten contra tu salud mental, emocional y física.
gentesaludableradio@gmail.com.
Hasta la próxima.
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