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viernes, 23 de agosto de 2013

La cabeza y sus dolores: cefaleas (I)

Los dolores de cabeza constantes suelen ser confundidos y subdiagnosticados. En algunos casos son jaquecas, otros migrañas, etc. El tema que nos ocupa es la cefalea, un tipo de dolor de cabeza usualmente confundido con migraña pero su diagnóstico acertado permitirá que el tratamiento acorde mitigue los síntomas.

Inicialmente podemos hablar de dos tipos de cefaleas: en brotes y tensional.

En brotes: se manifiesta particularmente de un lado de la cabeza y puede ir acompañada de lagrimeo en los ojos y congestión nasal. Podrían tener tiempo de duración de 1 mes con episodios que pueden durar por años de forma repetitiva y crónica. Los hombres tienden a padecerlos más que las mujeres, teniendo un contenido genético importante. La adolescencia es una edad oportuna para sus primeras apariciones. La liberación súbita de serotonina o histamina por parte de las neuronas podrían ser algunos de los causantes aunque no hay factores claros aún.

Comienza con un dolor de cabeza fuerte y repentino, usualmente a 2 o 3 horas de quedarse dormido. El dolor más fuerte podría durar al menos 30 minutos. Del lado del dolor, la nariz y los ojos pueden verse afectados con lagrimeo, hinchazón, secreción nasal, entre otros.

El médico puede diagnosticar este tipo de dolor de cabeza llevando a cabo un examen físico y haciendo preguntas acerca de los síntomas y la historia clínica.

Si el examen físico se realiza durante un ataque, por lo general revelará la presencia del síndrome de Horner (párpado caído o pupila pequeña en un solo lado). Estos síntomas no se presentarán otras veces. Igualmente, no se observarán otros cambios del sistema nervioso (neurológicos).

Exámenes, como la resonancia magnética de la cabeza, pueden ser necesarios para descartar otras causas de los dolores de cabeza.

Tensional: dolor en toda la cabeza, cuero cabelludo y cuello. Adultos y adolescentes los principales afectados. Podría ser crónica si ocurre dos o más veces por semana. El uso excesivo de dolores de cabeza puede incrementar su aparición. Pasar largos periodos frente a la computadora, realizar trabajos minuciosos con las manos y el cambio brusco de temperaturas también contribuye con las cefaleas tensionales.

Sensación de las pulsaciones del corazón; correa o banda fuertemente apretada alrededor de la cabeza; dolor en toda la cabeza; estrés, fatiga o ruido lo empeoran extendiéndolo de 30 minutos a 7 días. Dificultad para dormir. Se siente alivio al masajearse la cabeza con la yema de los dedos.

Para ambos tipos de cefaleas los factores de riesgo son: consumo de alcohol y tabaco; cafeína en demasía o abstinencia de la misma; resfriados, gripes o infecciones; bruxismo; tensión ocular; fatiga o esfuerzo excesivo en ciertas tareas laborales o de casa; algunos medicamentos; luz brillante y drogas.

Si el dolor de cabeza es leve o moderado, no está acompañado de otros síntomas y responde al tratamiento casero a las pocas horas, es posible que no requiera otros exámenes ni pruebas, especialmente si ha ocurrido en el pasado. Una cefalea tensional no revela hallazgos anormales en un examen neurológico. Sin embargo, con frecuencia se observan puntos sensibles (puntos desencadenantes) en los músculos en las áreas del cuello y el hombro.

Se debe consultar al médico para descartar otros trastornos que pueden ocasionar dolor de cabeza, si dicho dolor es severo, persistente (no desaparece) o está acompañado de otros síntomas.

Los dolores de cabeza que perturban el sueño, que se producen cuando usted está activo o que son repetitivos o crónicos también pueden requerir evaluación y tratamiento por parte de un médico.

Recomendaciones para ambos casos: evite el cigarrillo, el alcohol, ciertos alimentos muy condimentados, altos en azúcar y sal. Lleve un diario para ayudarse a identificar los factores que desencadenan estos dolores de cabeza. Cuando se presente el dolor de cabeza, anote la fecha y la hora de comienzo del dolor. Usted puede anotar en el diario lo siguiente: lo que usted comió y bebió durante las últimas 24 horas, cuándo y cuánto durmió y qué estaba sucediendo en su vida antes de que comenzara el dolor.  Cuánto tiempo duró el dolor de cabeza y qué lo hizo detenerse.

Aprenda y practique el manejo del estrés. Algunas personas descubren que los ejercicios de relajación o la meditación les ayudan. Prácticas como el yoga y el tai-chi pueden mejorar sus cefaleas significativamente. Manténgase caliente si el dolor de cabeza está asociado con el frío. Use una almohada diferente o cambie las posiciones al dormir. Adopte una buena postura al leer, trabajar o realizar otras actividades. Ejercite el cuello y los hombros frecuentemente al digitar, trabajar en computadoras o hacer otro trabajo en espacios cerrados. Duerma y descanse bastante. Masajear los músculos adoloridos también puede ayudar.

La migraña: es un tipo de dolor de cabeza que puede causar vómitos, nauseas y sensibilidad a la luz. El dolor suele presentarse de un solo lado. Entre los 10 y 45 años siendo más frecuente. Las mujeres son más propensas a padecerlas y pueden ser hereditarias. Alcohol, estrés, ansiedad, olores y ruidos fuertes, abstinencia de cafeína; saltarse comidas; tomar vino; comidas condimentadas; frutos secos, entre otros, pueden ser sus desencadenantes. Síntomas: visión borrosa, ceguera temporal, visión de túnel, dolor de ojos.

Este tema continuará. Hasta la próxima semana. Sonríe siempre. Síguenos en twitter e instagram @GenteSaludable




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