Los
dolores de cabeza constantes suelen ser confundidos y subdiagnosticados. En
algunos casos son jaquecas, otros migrañas, etc. El tema que nos ocupa es la
cefalea, un tipo de dolor de cabeza usualmente confundido con migraña pero su
diagnóstico acertado permitirá que el tratamiento acorde mitigue los síntomas.
Inicialmente
podemos hablar de dos tipos de cefaleas: en brotes y tensional.
En brotes: se manifiesta
particularmente de un lado de la cabeza y puede ir acompañada de lagrimeo en
los ojos y congestión nasal. Podrían tener tiempo de duración de 1 mes con
episodios que pueden durar por años de forma repetitiva y crónica. Los hombres
tienden a padecerlos más que las mujeres, teniendo un contenido genético importante.
La adolescencia es una edad oportuna para sus primeras apariciones. La
liberación súbita de serotonina o histamina por parte de las neuronas podrían
ser algunos de los causantes aunque no hay factores claros aún.
Comienza
con un dolor de cabeza fuerte y repentino, usualmente a 2 o 3 horas de quedarse
dormido. El dolor más fuerte podría durar al menos 30 minutos. Del lado del
dolor, la nariz y los ojos pueden verse afectados con lagrimeo, hinchazón,
secreción nasal, entre otros.
El
médico puede diagnosticar este tipo de dolor de cabeza llevando a cabo un
examen físico y haciendo preguntas acerca de los síntomas y la historia
clínica.
Si
el examen físico se realiza durante un ataque, por lo general revelará la
presencia del síndrome
de Horner (párpado caído o pupila pequeña en un solo lado). Estos síntomas no
se presentarán otras veces. Igualmente, no se observarán otros cambios del
sistema nervioso (neurológicos).
Exámenes,
como la resonancia magnética de la cabeza, pueden ser necesarios para descartar
otras causas de los dolores de cabeza.
Tensional: dolor en toda la cabeza,
cuero cabelludo y cuello. Adultos y adolescentes los principales afectados.
Podría ser crónica si ocurre dos o más veces por semana. El uso excesivo de
dolores de cabeza puede incrementar su aparición. Pasar largos periodos frente
a la computadora, realizar trabajos minuciosos con las manos y el cambio brusco
de temperaturas también contribuye con las cefaleas tensionales.
Sensación
de las pulsaciones del corazón; correa o banda fuertemente apretada alrededor
de la cabeza; dolor en toda la cabeza; estrés, fatiga o ruido lo empeoran
extendiéndolo de 30 minutos a 7 días. Dificultad para dormir. Se siente alivio
al masajearse la cabeza con la yema de los dedos.
Para
ambos tipos de cefaleas los factores de riesgo son: consumo de alcohol y
tabaco; cafeína en demasía o abstinencia de la misma; resfriados, gripes o
infecciones; bruxismo; tensión ocular; fatiga o esfuerzo excesivo en ciertas
tareas laborales o de casa; algunos medicamentos; luz brillante y drogas.
Si
el dolor de cabeza es leve o moderado, no está acompañado de otros síntomas y
responde al tratamiento casero a las pocas horas, es posible que no requiera
otros exámenes ni pruebas, especialmente si ha ocurrido en el pasado. Una
cefalea tensional no revela hallazgos anormales en un examen neurológico. Sin
embargo, con frecuencia se observan puntos sensibles (puntos desencadenantes)
en los músculos en las áreas del cuello y el hombro.
Se
debe consultar al médico para descartar otros trastornos que pueden ocasionar
dolor de cabeza, si dicho dolor es severo, persistente (no desaparece) o está
acompañado de otros síntomas.
Los
dolores de cabeza que perturban el sueño, que se producen cuando usted está
activo o que son repetitivos o crónicos también pueden requerir evaluación y
tratamiento por parte de un médico.
Recomendaciones
para ambos casos: evite el cigarrillo, el alcohol, ciertos alimentos muy
condimentados, altos en azúcar y sal. Lleve un diario para ayudarse a identificar
los factores que desencadenan estos dolores de cabeza. Cuando se presente el
dolor de cabeza, anote la fecha y la hora de comienzo del dolor. Usted puede
anotar en el diario lo siguiente: lo que usted comió y bebió durante las
últimas 24 horas, cuándo y cuánto durmió y qué estaba sucediendo en su vida
antes de que comenzara el dolor. Cuánto
tiempo duró el dolor de cabeza y qué lo hizo detenerse.
Aprenda
y practique el manejo
del estrés. Algunas personas descubren que los ejercicios de relajación o la meditación
les ayudan. Prácticas como el yoga y el tai-chi pueden mejorar sus cefaleas
significativamente. Manténgase caliente si el dolor de cabeza está asociado con
el frío. Use una almohada diferente o cambie las posiciones al dormir. Adopte
una buena postura al leer, trabajar o realizar otras actividades. Ejercite el
cuello y los hombros frecuentemente al digitar, trabajar en computadoras o
hacer otro trabajo en espacios cerrados. Duerma y descanse bastante. Masajear
los músculos adoloridos también puede ayudar.
La
migraña: es un tipo de dolor de cabeza que puede causar vómitos, nauseas y
sensibilidad a la luz. El dolor suele presentarse de un solo lado. Entre los 10
y 45 años siendo más frecuente. Las mujeres son más propensas a padecerlas y
pueden ser hereditarias. Alcohol, estrés, ansiedad, olores y ruidos fuertes,
abstinencia de cafeína; saltarse comidas; tomar vino; comidas condimentadas;
frutos secos, entre otros, pueden ser sus desencadenantes. Síntomas: visión
borrosa, ceguera temporal, visión de túnel, dolor de ojos.
Este tema continuará. Hasta la próxima semana. Sonríe
siempre. Síguenos en twitter e instagram @GenteSaludable
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