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viernes, 26 de abril de 2013

Sexo en la tercera edad




Este fue un tema pedido vía correo electrónico, quise compartirles un artículo del Dr. Javier Akerman, de la web Saber Alternativo. Sin desperdicio aquí va:

En el caso de la mujer aparecen los temores a la disminución de la lubricación vaginal en la menopausia y sobre todo a no sentirse atractivas, lo que conlleva a una pérdida de la autoestima que repercute en la respuesta sexual. Para la investigadora Elizabeth Badinter, la implicación y el disfrute sexual en la tercera edad es uno de los motivos de carácter psicológico que explica la sorprendente prolongación de la esperanza de vida en las últimas décadas.

 Badinter comenta: “Al considerar la sexualidad dentro del marco de la libertad individual y no en el de la moral social, las personas pueden evitar numerosas e importantes frustraciones, que como ya se sabe, fragilizan y aceleran el envejecimiento, así como, probablemente la muerte”. El sexo puede ser, como vemos, un aliado en la madurez que no solo incrementa la calidad de vida sino que puede llegar a prolongarla.

El sexo no es cuestión exclusiva de la juventud. Ni siquiera de hormonas. El sexo es una voluntad de acción, un deseo de descubrir nuevos aspectos de la existencia y un modelo abierto que desmitifica añejos y obsoletos roles sexuales. El sexo en la tercera edad puede ser una fuente de gratas sorpresas que abra una puerta a nuevas dimensiones.


 El sexo debe y puede ser “desgenitalizado”, pues el órgano sexual es todo el cuerpo, junto a la mente, las emociones y la motivación. Las estadísticas internacionales marcan que más del 60% de las personas mayores de 65 años pueden clasificarse como “sexualmente activas”. Además, un tercio de los mayores de 80 años llevan una vida sexual activa. También se comprobó que las personas más sanas practican más sexo.

El infarto de miocardio y la enfermedad cardíaco NO son un motivo para impedir las relaciones sexuales. La posibilidad de muerte durante el coito es sumamente baja.  Según una investigación del doctor Eusebio Rubio en el IV Congreso Cuba de Educación, Orientación y Terapia Sexual, las relaciones sexuales frecuentes pueden llegar a disminuir hasta en un 50% la posibilidad de sufrir alguna enfermedad coronaria en los hombres de más de 40 años.

El estudio abarcó una muestra de 914 hombres entre 45 y 59 años y llegó a reveladoras conclusiones. Una de las más impactantes es que el Dr. Rubio logró probar que a mayor número de orgasmos, existe menos posibilidad de padecer males cardíacos o cerebrovasculares. Si está sometido a alguna medicación, como los parches de nitroglicerina, no se los retire durante la práctica sexual. Puede colocarlos en zonas del cuerpo donde no molesten (brazos o abdomen, por ejemplo).

Si nota cualquier síntoma extraño (mareo, palpitaciones irregulares, ahogo) durante sus relaciones sexuales, interrúmpalas y acuda a su médico. Si aparece dolor en el pecho similar al que precedió a su episodio cardiovascular, suspenda el acto sexual y tome el medicamento que su médico le haya prescrito. Si usted tiene que tomar medicamentos que contienen nitratos o derivados de óxido nítrico, NO debe tomar sildenafil (“Viagra” y derivados), salvo que su cardiólogo o médico especialista se lo haya permitido. 

Los ejercicios de Kegel consisten en contraer y relajar la zona muscular de la pelvis, con el fin de fortalecer los músculos de la zona genital. Estos ejercicios, practicados regularmente, mejoran notablemente algunas disfunciones sexuales, tanto en hombres como en mujeres. Con los ejercicios de Kegel los hombres consiguen aumentar el volumen de sangre en el pene con lo cual logran mejores erecciones y también pueden controlar la eyaculación. En las mujeres se fortalecen los músculos vaginales logrando relaciones sexuales más placenteras, tanto para ellas como para su pareja.

Estos ejercicios son muy recomendados para mejorar la sexualidad pero en realidad fueron desarrollados por el médico Arnold Kegel, en 1948, para controlar la incontinencia urinaria.

Lo primero es reconocer que músculos se deben ejercitar. Para ello lo mejor es intentarlo en el momento de orinar, tratando de interrumpir la orina. No hay que contraer el abdomen, los muslos o las nalgas.
Ejercicios de Kegel para fortalecer el pene: como si tratara de “cortar” la emisión orina, se contrae por 3 segundos y se relaja durante otros 3 segundos, consecutivamente 10 veces. Esto ejercicio lo repetirá tres veces al día. Paulatinamente se irá aumentando el tiempo de la contracción (conforme vayan pasando los días) hasta llegar a 15 segundos en lugar de 3 en cada contracción y se repetirá veinticinco veces, cuatro veces al día.

Ejercicios de Kegel para fortalecer la vagina: con la vejiga vacía se contraen los músculos vaginales durante tres segundos por contracción seguidos de otros tres segundos de relajación. Se repite diez veces, tres veces por día. Se puede imaginar que aprieta un objeto, como un tampón. Con el transcurso de los días se aumenta el tiempo de las contracciones y relajaciones hasta llegar a quince segundos en cada una.

Fuente consultada: web saberalternativo.es. Gracias por escribirnos en el anonimato, espero sea de su ayuda. Hasta la próxima. Sonríe siempre.

1 comentario:

Lily dijo...

Hola Jenny,
hoy conocí tu blog mientras buscaba información para uno mio que recién comienzo relativo a la tercera edad.
Quisiera saber si puedo hacer uso de este artículo sobre Sexo en la tercera edad y cuál sería la fuente que debo indicar.
Te invito a visitar:
llegamosalaterceraedad.blogspot.com
Gracias por responder
lilianmarcan@gmail.com