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domingo, 23 de septiembre de 2012

Síndrome de Alicia en el País de las Maravillas



Resulta que el tiempo ha aclarado muchas dudas. La tan famosa Alicia en el País de las Maravillas y sus observaciones de objetos que cambiaban de color, tamaño, etc, se convirtieron en objeto de estudio y el nombre de un síndrome. Conócelo hoy aquí en Gente Saludable.

Los científicos sospechan que Charles Lutwidge Dodgson, conocido bajo el pseudónimo de Lewis Carroll y afectado por migrañas, pudo sufrir el síndrome, de forma que las experiencias de la joven Alicia fueran bien conocidas por su creador. En 1952 y en 1953, Lippman señala la correspondencia de los síntomas mostrados en la obra Alicia en el País de las Maravillas con un cuadro de migraña, sospechando que el propio autor, Lewis Caroll, debía de padecer este trastorno. Sin embargo, sería Todd, en 1955, el primero en efectuar una descripción completa del cuadro y denominarlo síndrome de Alicia en el País de las Maravillas (SAPM), relacionando sus síntomas con la migraña y ampliándolos también a la epilepsia, de ahí que sea conocido en el ámbito neurológico como Síndrome de Todd.

Los pacientes que sufren este síndrome perciben alteraciones en la forma, tamaño y situación espacial de los objetos, así como distorsión de la imagen corporal y del transcurso del tiempo. También se han asociado otras ilusiones visuales como palinopsia (imágenes múltiples), acromatopsia (no percepción del color) y prosopagnosia (incapacidad de reconocer caras).

Según los expertos, las personas afectadas por el síndrome de Alicia en el País de las Maravillas son en todo momento conscientes de la naturaleza ilusoria de sus percepciones. Sin embargo, éstas son lo suficientemente intensas como para que tengan que mirarse en un espejo para comprobar la realidad.

Aunque las pruebas diagnósticas aún no han permitido identificar ningún área cerebral específicamente afectada, los resultados de los estudios realizados en pacientes en su fase aguda mediante tomografía computarizada revelan áreas de hipoperfusión en las proximidades del tracto visual y córtex asociado, lo que podría explicar las quejas visuales de los pacientes.
Entre sus características: alteraciones en la forma, tamaño y situación espacial de los objetos (efecto zoom). Distorsión de la imagen corporal. Otras ilusiones visuales raras como fenómenos de visión invertida, imágenes múltiples, visión sin color, incapacidad de reconocer caras, pérdida de visión estereoscópica, etc. En algunas ocasiones le acompañan “episodios de desrealización, despersonalización y alteración de la percepción del tiempo”.
Se produce en el contexto de una migraña, asociado a enfermedades virales específicas (varicela zóster, influenza y citomegalovirus) o formando parte de intoxicaciones con drogas alucinógenas o fármacos, aunque también se ha observado en pacientes con epilepsia, esquizofrenia o aneurismas cerebrales.

La duración de los episodios fue de 1-3 minutos en el 90% de los pacientes y los episodios fueron varias veces en un día en el 95% de los pacientes. En ningún caso hubo déficit neurológico posterior.
Los pacientes pueden ser de cualquier edad y no hay diferencia por el sexo, salvo en los casos producidos por migraña, en los que predomina el sexo femenino.

Aquí les presentamos un caso diagnóstico descrito en un estudio recopilado por la web neurología.com: Niña de 8 años de edad que consulta en nuestro centro de salud por presentar episodios de distorsiones visuales de tres semanas de evolución que se iniciaron dos o tres días antes de una infección respiratoria, durante los cuales, según relata la niña: ‘Veía las cosas más pequeñas y lejanas o que a veces se movían; un día vi cómo los libros de mi hermana se volvían más grandes y otro día vi cómo mi padre se hacía tan pequeño como un muñeco; a veces la pierna de mi muñeca se balanceaba, o la persiana de una ventana subía y bajaba una y otra vez’. No refiere sensación de distorsión corporal propia.

Durante los episodios, la niña se mantenía tranquila, y los relataba, después, con precisión y sin asombro. Su madre, que sí mostraba cierta preocupación, confirmaba que durante estos episodios, la niña estaba consciente, orientada y no presentaba anomalías del lenguaje ni motoras. Los episodios descritos eran breves, de minutos de duración y durante un mes fueron diarios, y ocurrían de una a tres veces al día. Después se espaciaron cada 2-3 días en las dos semanas siguientes hasta desaparecer.

No presenta historia previa de alteraciones del comportamiento ni de otros trastornos psiquiátricos, tiene buen rendimiento escolar y no hay antecedentes de traumatismo, convulsiones ni de ingestión de fármacos. En la historia familiar destaca la presencia de migraña en la madre, la tía y la abuela materna. La exploración general y neurológica resulta normal. Los estudios complementarios realizados no muestran alteraciones.

Los estudios no detectaron ningún foco de alteración cerebral y durante un año estas migrañas continuaron presentando esporádicamente hasta desaparecer.

Fuentes consultadas: medicablogs.diariomedico.com, muyinteresante.com y www.neurologia.com.

Mientras más información tengas en tus manos sobre las diversas enfermedades y padecimientos, mejor será tu reacción ante su presencia en el entorno. Gente Saludable, contigo. Sonríe siempre.

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