Mi amor en tu pecho

Estamos en el mes de la lucha contra el cáncer de mamas, es cierto que de este tema hemos escuchado muchísimo, a Dios gracias que un cúmulo de organismos e instituciones se han esmerado en difundir información al respecto y abrir los caminos para que las ayudas a las mujeres y hombres afectados sea cada vez más expedita.

La difusión es lo más importante, ningún esfuerzo es suficiente, siempre se necesita más y más. En Venezuela, cerca del 80 por ciento de los casos que se diagnostican están en etapa avanzada, hecho que agrava mucho más la atención y tratamiento. Es decir, el tan conocido autoexamen de mama es una herramienta no tan viable como único método de prevención, ya que la lesión al palparse quiere decir que ya presenta un estado de alarma inmediata.

Si usted tiene menos de 40 años debe tener su chequeo cada 6 meses con el ginecólogo y la realización del eco mamario correspondiente. Después de los 40 la mamografía es la principal arma para mantenerte bajo control y fuera de peligro. En caso de detectar alguna protuberancia el tratamiento correspondiente se aplicará de manera inmediata lo que permitirá que la lesión se ataque a tiempo con medidas menos agresivas.

Los hombres también lo padecen. Ellos, siempre un poco escépticos, se mantienen incrédulos de que en sus mamas pueda generarse cualquier hecho anormal, de hecho, ellos dicen “yo no tengo mamas”. Aunque en menor porcentaje algunos hombres también les ha tocado pasar por estos trámites tan complicados como el cáncer.

Si bien es cierto que los tratamientos han ido evolucionando y mejorando en pro de la recuperación rápida del paciente, el tema que nos ocupa en esta columna el día de hoy es enfocado al aspecto psicológico y espiritual de los afectados. Lograr auto - fortaleza en esos momentos tan difíciles es casi un acto imposible. Cuando se recibe la noticia “tienes cáncer” la película corre hacia atrás y hacia delante. Se piensa en la familia, en los proyectos, en nuestros hábitos de vida, en el futuro incierto y la imagen de la muerte y el miedo coquetea con nosotros tratándonos de seducir a sus aguas de derrota.

En el ejercicio personal, en primer lugar fuerza y fortaleza, verlo como una prueba de la que debemos aprender algo y continuar la vida ayuda muchísimo a tomar aire y contar 1, 2 y 3. Y en el ámbito familiar ni se le ocurra dejar el pelero. Muchos esposos y esposas cuando se enteran que sus parejas tienen cáncer se hacen los sufridos y se desaparecen al mejor estilo de David Copperfield. Mucho cuidado, pilas con eso, ante una noticia como esta el paciente necesita más que a nadie a su familia, a su círculo cercano, sobre todo para las labores diarias, para compañía los días de quimioterapias, etc. Debemos entender que es un momento realmente difícil, entre la espada y la pared y es una ocasión propicia para enamorarnos muchísimo más de nuestra pareja, consentirla, amarla, quererla y brindarle todas las atenciones que necesita para que ese proceso sea más rápido y llevadero.

Quiero compartirles una información que publica en su página web senosayuda.org.ve sobre lo que toda paciente de cáncer debe saber:

“La nómina completa del Decálogo de los Derechos del Paciente Oncológico, elaborado en forma conjunta por pacientes y representantes de las Sociedades Argentinas de Cancerología y de Periodismo Médico, entre otras es la siguiente:
1. DERECHO A SABER. Dosificar la información diagnóstica en cada consulta, incluyendo las posibilidades terapéuticas, con información al entorno, respetando el derecho a no saber.
2. DERECHO A SER INFORMADO VERAZMENTE. El médico deberá hacerlo con claridad. Sin dejar de ser veraz, lo hará cuidadosamente, de acuerdo a la historia personal de cada paciente, a su sensibilidad e idiosincrasia.
3. DERECHO A SER RESPETADO COMO PERSONA Y A QUE SE RESPETE SU FE, sin sufrir discriminaciones. El respeto por la fe, permitirá encontrar un sentido por aquello que humanamente, parecería no tenerlo.
4. DERECHO A ACCEDER A LOS MEDIOS PARA CURARSE. Recibir el tratamiento que le brinde las mayores posibilidades de cura, con los menores efectos adversos.
5. DERECHO A ELEGIR. Implica la elección del camino a tomar, a través de una adecuada información.
6. DERECHO A SER EDUCADO EN LA PREVENCIÓN. Para evitar la aparición del mismo o de nuevos tumores.”

Además nos comparten información sobre los diversos tipos de nódulos que pueden tocarse en el autoexamen de mama: una metra: Si es duro, redondeado, móvil y liso puede ser un fibroadenoma, que es benigno; pero los médicos advierten que en una mujer mayor puede tratarse de cáncer. Un puñado de granos: Las áreas multinodulares, como una bolsa de granos, pueden ser cambios fibroquísticos. Casi la mitad de las mujeres presentan esta condición de origen hormonal. Una bombita de agua: si pareciera que el dedo rebota cuando lo toca, podría tratarse de un quiste. Normalmente son benignos, pero pueden ser muy dolorosos. El médico puede drenarlos para que no molesten. Una esponja: si se trata de un área densa, que se siente gruesa y que no tiene bordes definidos, puede ser un pseudoquiste. Casi nunca es maligno; pero deben hacerse varios exámenes para determinarlo. Un coral: Si es duro, irregular, móvil o no, podría ser un cáncer. Se debe consultar al médico inmediatamente.

Que tu vida y tu sonrisa se multipliquen al máximo para que seas siempre Gente Saludable. Hasta la próxima.