Twitter e Instagram: @HolaSexologa

domingo, 20 de noviembre de 2011

Busca tú motivación



Tenemos momentos en nuestras vidas, en el día a día que quisiéramos tener un suiche o interruptor para desconectarnos por completo, tipo Mafalda “paren el mundo que me quiero bajar”.


Nos acostumbramos demasiado a nuestro círculo de comodidad diario, la rutina, las mismas personas, el recorrido exacto para el trabajo, la pareja que no nos hace feliz y pero no nos atrevemos a dejar, la ropa que nos aprieta, las modas, los locales nocturnos a donde van “todos”, y un sin fin de opciones que están latentes a diario presionándonos de manera directa o indirecta, consciente o inconscientemente.


Algunas de estas presiones las heredamos de nuestros padres o abuelos, les suena algo como: “no juegue con carritos que eso es pa´niños”, “los niños no lloran”, “el hombre mantiene la casa y la mujer se queda cuidando a los niños” y largos etcéteras. Ellos segurísimo nos dijeron todo eso con las mejores intenciones sin tomar en cuenta que los tiempos iban a evolucionar, que la gente se iba a poner a estudiar psicología, psiquiatría y todas las ciencias ocultas sobre la mente y el comportamiento humano e iban a descubrir rápidamente todas las patas por donde cojea la mesa interna de cada uno de nosotros.


Es así entonces como aparece en escena eso que llaman las “cargas energéticas”, la gente estudiosa de lo espiritual las define como toda esa energía positiva o negativa que tus generaciones anteriores te transfieren casi siempre sin saberlo y que sin duda marcan, determinan y definen tu vida, tu carácter, tu actuar ante las situaciones y la forma cómo vas a desarrollarte en el ámbito personal, familiar, laboral y de pareja. Afortunadamente estos estudiosos también se inventaron las terapias de “constelaciones familiares” que te permiten ver frente a tus ojos de donde proviene cada una de tus fallas y tus problemas internos, y de esa forma sanarlos y cerrar el ciclo progresivamente.


Entendiendo un poquito de lo antes expuesto empezamos a ver que hay soluciones más “lindas” que bajarnos del mundo, aunque de todos modos nos siga provocando. Hay caminos más beneficiosos en lo personal y espiritual.
Otras de estas comunes presiones simplemente las vamos adquiriendo, tipo shopping por la vida. Como a veces no tenemos más oficio que auto – complicarnos (las mujeres sabemos de esto) entonces, coleccionamos preocupaciones, estrés, problemas y angustias y hasta que no nos paraliza la contractura de columna y estamos engarrotados un lunes en la mañana, ni nos “ocupamos” en conseguir una salida real y necesaria a las complicaciones.


Gracias a Dios, cada día que pasa en este mundo loco actual, los humanos nos estamos volcando a prácticas para humanizarnos realmente, que nos permiten mirar hacia adentro, revisarnos y hacer inventario, muy al estilo del fin de año o del año nuevo cuando decidimos limpiar el cuarto y botar lo que no sirve, justico así llega un momento en nuestras vidas que debemos hacer ese “lavado y engrase” a nuestra mente, alma y corazón.


¿Por qué cuando vamos a un spa o viajamos nos sentimos renovados? Simplemente porque le damos descanso a la mente y a las preocupaciones, solo con esa pequeña acción nos quitamos un gran peso. Ciertamente no podemos pasarnos la vida recorriendo el mundo o huyendo para sentirnos como nuevos, por eso, tenemos que adquirir herramientas que nos permitan manejar nuestras emociones de manera exitosa y asertiva y logremos administrar nuestras energías para ponerlas a trabajar en nuestro favor.


Uno de los aspectos más importantes para que tu estrés y frustración disminuya considerablemente es tener una o varias motivaciones. En la revisión de tu vida debes empezar por chequear si tu trabajo principal te motiva y te llena de alegría; si cuando suena el despertador te levantas animado, si te provoca laborar horas extras, etc. Esto aunque suene bastante soñador o piensen que la que escribe enloqueció, es FUNDAMENTAL evaluarlo.
La motivación y la inspiración son el corazón de nuestra mente. Si ninguna de las dos no está presente en tus cosas, andarás de zombie por la vida.



Una vez chequeado el trabajo, si tienes varios, revísalos y organízalos en el orden de empatía y satisfacción interna; y procede a evaluar tu vida personal que podría estar dividida en lo mental y emocional.



En el área mental indaga si tienes y sientes paz, si tu carácter y tu forma de actuar ante las adversidades te hace sentir cómodo o por el contrario estás consciente de que tus acciones dañan a tu entorno y a ti misma. En lo emocional revisa si eres y te sientes feliz, si estás con la persona adecuada; si eres afectuosa con tus familiares; si no tienes pareja pregúntate si estás preparado para su llegada, si estás consciente de que puedes brindarle lo mejor de ti o tus asuntos mentales sin resolver pueden dañar la situación, etc.


Debes tomar en cuenta como punto importante el amor propio, revisar si te estás queriendo lo suficiente, si te cuidas y te consientes, si tu autoestima está bien, si te respetas y te das el puesto que mereces en todo tu entorno y en tus relaciones diarias, entre otras.


Suena denso, cansón y difícil, pero por aquí van los tiros de la felicidad y la paz interior. Si tienes paz mental, tu cuerpo y tu cara lo reflejaran de inmediato y ese reflejo hará que la persona perfecta se enamore de ti, hará que tus hijos sean felices y sanos; hará que tu entorno familiar se beneficie y que en tu trabajo las energías fluyan mejor.


Sonríe siempre. Hasta la próxima.

No hay comentarios.: