¿Estresado? ¿Deprimido? ¿Angustiado? ¿Distraído? Cualquiera que sea tu dolencia sobre todo mental o espiritual, el Yoga puede ayudarte infinitamente a equilibrar y encontrar tu centro.
Es una práctica antiquísima, se conoce desde hace mas de 2 mil años en la India y en otros países orientales. Permite una conexión más intima del alma individual con Dios y sanación interna a través de diversos ejercicios corporales.
Námaste es el saludo y la despedida al momento de hacer yoga acompañado con las manos juntas debajo del mentón ante el pecho. También se usa para pedir, dar gracias, rezar y mostrar respeto o veneración.
El doctor americano Timothy Mc Call, médico internista y yoga terapéutico, elaboró un artículo pormenorizado de todos los beneficios que aporta esta práctica para el cuerpo y el alma. No podía dejarlo pasar, aquí se las presento:
Flexibilidad general: si uno pone empeño, se notará un gradual aflojamiento de los músculos, y eventualmente, algunas posturas que parecían imposibles, serán posibles al fin. También será notable la desaparición de dolores y tensiones. Nos protegen de dolencias como la artritis y el dolor de espalda.
Cabeza en línea: tu cabeza es como una bola de bowling, grande, redonda y pesada. Cuando se encuentra bien equilibrada, directamente sobre una espina erecta, los músculos del cuello y de la espalda utilizan mucho menos esfuerzo para sostenerla.
Espina dorsal nutrida: si se trabaja una buena y equilibrada tanda de estiramientos, tanto adelante como hacia atrás, combinado con torsiones, eso ayudará a suministrar el alimento y mantendrá a las vértebras sueltas y saludables.
Mejorar la masa ósea: fortalece los huesos y previene e incluso elimina la osteoporosis. Mejora de la circulación: transporta más oxígeno a las células, las cuales funcionan con mejores resultados. Las posturas de torsiones están pensadas para “escurrir” la sangre venosa de los órganos internos y permitir que la sangre oxigenada fluya hacia ellos.
Corazón a punto: baja los latidos del corazón en reposo, aumenta su fortaleza e incrementa su potencial de suministro de oxígeno durante el ejercicio.
Descenso del nivel de la hormona del estrés: el cortisol debilita el sistema inmunológico y esta relacionado con la depresión, la osteoporosis, la presión arterial alta y la resistencia a la insulina. El yoga disminuye esta hormona.
Cuestión de peso: moverse más y comer menos. Una práctica regular te pone en movimiento y te ayuda a quemar calorías, y las dimensiones espirituales y emocionales te estimulan a comer menos y a regular los problemas de peso en un nivel más profundo.
Bajos índices de enemigos (azúcar, colesterol, etc.): reduce el nivel de azúcar en la sangre y aumenta los niveles de colesterol “bueno”. Disminuye el riesgo de complicaciones como son el ataque al corazón, fallos renales y ceguera.
Centros nerviosos y equilibrio: estimula la relajación, regula la respiración y te centra en el presente armonizando el equilibrio físico y mental. Reduce los pensamientos de frustración, lamentación, enfado, miedo y estrés.
Restauración y descanso: mitiga el ajetreo de la vida moderna. La meditación nos protege de los estímulos externos y aumenta la conexión con el interior.Capacidad respiratoria: mejora el volumen máximo de aliento y la eficiencia en la espiración. Promociona la respiración por la nariz, la cual filtra el aire, lo calienta y lo humidifica, removiendo el polen y la suciedad.
Anti - estreñimiento: reduce el riesgo de padecer cáncer de colon, porque al mover el cuerpo se facilita un transporte más rápido de la comida y de los productos de desecho.
Mejora de la autoestima: la filosofía del Yoga nos enseña que tú eres una manifestación de lo Divino. Si se practica regularmente con la intención de auto-examinarse y mejorarse, experimentarás sentimientos de gratitud, de empatía y de perdón.
Alivio del dolor: reduce el dolor en personas con artritis, dolor de espalda, fibromialgia, síndrome del túnel carpiano y otras dolencias crónicas. Cuando te alivias del dolor, el estado de ánimo mejora, estás más dispuesto a ser activo y no se necesita tanta medicación.
Manejar la hostilidad: se reduce el enfado aumentando los sentimientos de compasión e interconexión y calmando el sistema nervioso y la mente.
Mejora en las relaciones: el amor ayuda a sanar. El cultivo de los amigos, familia y de la comunicación ya ha demostrado repetidas veces que mejora la salud y la sanación. Desarrolla el sentido de la amistad, la compasión y una gran ecuanimidad.
Esperanza de curación: en Yoga, lo que tú haces para ti mismo es lo que importa, te ofrece todas las herramientas para ayudarte a cambiar y podrías sentirte mejor desde el primer momento en que lo practicas. Te involucras en tu propio cuidado. Descubres que al involucrarte recibes la fuerza suficiente que impulsa el cambio y al ver que percibes el cambio, recibes esperanza. Y la esperanza puede ser curativa por sí misma.
Lo ideal es practicarlo al aire libre, preferiblemente en contacto con la naturaleza, con ropa muy cómoda, una esterilla o manta especial de yoga para los ejercicios y descalzarte ya que casi todos los movimientos requieren libertad en los pies. Espacios públicos y privados se dedican a esta práctica. En Caracas, en Pdvsa La Estancia los sábados de 11am a 12m las clases son abiertas a todo público. La sensación de paz que se experimenta es única. Te invito. Sonríe siempre. Hasta la próxima.
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