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viernes, 22 de abril de 2011

Meditación y oración para la vida



En nuestro día a día, sometidos al estrés y la presión de un trabajo en el que te tratan como esclavo sin importar si tienes problemas o en una rutina que solo te permite 3 o 4 horas con suerte, nuestra mirada hacia el interior se hace cada vez más lejana e imposible de lograr, sin embargo, cuando la experimentamos ve lo sanadora que es.


Así lo reflejan en la web nuevopensamiento.com “la gran aventura interna comienza con la meditación. Esta es la puerta de entrada a los parajes secretos de tu mundo interno. Es el método que te lleva al contacto con tu propia fuente de vida. Cuando decides meditar, estás encaminándote al reino de la luz y del amor porque solo, en lo profundo de tu corazón, encontraras el equilibrio y la felicidad que has estado buscando.


Decimos que meditar es hacer que tus emociones y tu mente guarden silencio para que puedas escuchar la voz del alma, de ese ser maravilloso y divino que eres. Por lo tanto, el objetivo de la meditación es hacer contacto con el alma. Allí está la fuente de sabiduría y de verdad, allí está el amor que se da sin pedir nada a cambio, están la fortaleza, el poder y la voluntad. Son tus tesoros, nadie te los puede robar y no se devalúan.


Cuando, a través de la meditación, te pones en contacto con tu alma, tu vida comienza a cambiar. Es como si abrieras una llave por donde fluye una energía muy especial que tiene el poder de hacer nuevas todas las cosas. Algo parecido a cuando te enamoras. Tú sabes lo especial que es estar enamorado. La calle vieja de repente es la más bonita porque te conduce a la reunión con el amado o la amada, el sol parece que alumbra mucho más y las estrellas toman un nuevo brillo. Nos inspiramos y sorpresivamente nos hacemos poetas”. Así lo explican en esta web con palabras muy sencillas.



Lo primero es empezar por buscar un espacio físico y externo que te regale un poco de tranquilidad, pudieras pedirle a algún familiar que te cuide a los niños la mañana del sábado o solicitar un día libre en el trabajo, cualquier escapada que te permita la tan anhelada paz que has decidido buscar. Aquí nos regalan un ejercicio interesante: “retírate a una habitación tranquila y acuéstate en el piso o sobre una cama con los brazos y piernas relajados. Imagínate que te sumerges en un océano de luz. No pienses en nada, quédate sumergido en la luz. Cuando te levantes, te habrás recargado. Puedes también pararte frente a una ventana y con los brazos abiertos respirar profundamente, imaginándote que inhalas luz y exhalas todas tus tensiones. Lo repites varias veces y luego, con el poder de tu imaginación, visualizas que la luz circula a través de todas tus células y de todos tus órganos y al exhalar la dejas salir para iluminar, alumbrar y ayudar al mundo entero.


Como preparación para la meditación puedes hacer el siguiente ejercicio: te acuestas en el piso y tensas todo tu cuerpo. Como si trataras de entrar en el piso, por un minuto, empujas tu cuerpo hacia abajo. Entonces, empezando por los dedos de los pies, vas soltando, parte por parte, todo tu cuerpo, hasta llegar a la cima de tu cabeza, mientras imaginas que una luz blanca y resplandeciente te rodea y te penetra”.


Entre los pasos previos a poder encontrarte contigo mismo a través de la meditación está desarrollar la concentración, en la web nuevo pensamiento nos indican algunos ejercicios: a.- Observa un lugar y luego trata de recordar lo que has visto, incluyendo todos sus detalles. b.- Cuando escuches música, sumérgete en la melodía sin pensar en otra cosa y trata de distinguir los diferentes sonidos que la componen. C.- Observa un objeto cualquiera, puede ser una vela, una flor, un árbol. Cada vez que tu mente piense en otra cosa, amorosamente la vuelves hacia el objeto.


Al momento de meditar puedes invocar a los ángeles y arcángeles para que ellos te den la protección que necesitas y te guíen en ese camino hermoso hacia tu interior. Se recomienda que te des un baño con agua tibia para que te sientas aseado y relajado; busques un lugar acorde, si puede ser al aire libre, mejor; encuentra un ritmo cómodo de respiración; usa ropa completamente cómoda; emplea una posición que sea confortable para todo tu cuerpo; no comas nada antes de meditar ni tengas relaciones sexuales y procura que puedas hacer la meditación en la mañana tratando de usar perfumes o esencias suaves.


Lo más importante es que tu intención esté clara y definida, es decir, si quieres meditar para sentirte bien, no puedes empezar el ejercicio pensando en cosas negativas, en las tareas pendientes o en las personas que te disgustan, debes poner tu mente en blanco y perseguir amorosamente tu objetivo personal.




La oración es una forma importante de meditar para los cristianos que tiene como fin encontrar la paz y regalarte un encuentro cercano con Dios padre “es fuente de luz para el alma: en ella se robustecen las certezas de la fe. La oración es generadora de amor: en ella la voluntad se identifica con el querer santísimo de Dios. La oración es vigorosa promotora de la acción: en ella Dios nos llena de celo en su servicio y en la entrega a los demás”. Así nos enseña la web catholic.net.



Sea cual sea la forma que elijas lo importantes es que logres el objetivo de encontrar tu luz interior y el camino que debes seguir para ser cada día más pleno y más feliz. Me gustaría recibir tus comentarios sobre este espacio de salud, escríbeme: gentesaludableradio@gmail.com. Recibe muchas bendiciones. Sonríe siempre.

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