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sábado, 29 de enero de 2011

¡Bájale dos y déjame dormir!

“Ni de broma duermo con Fulanito, ronca más que un camión de cochinos sin tubo de escape” es usual oír esta frase de cualquiera que quiera correr en dirección contraria ante la cercanía de un objetivo roncador. Y es así, para los que “suenan” toda la noche es motivo de risa ante los reclamos, pero los que padecen el ruido es un verdadero drama.

Entonces, es una obstrucción en el transito del aire a través de la parte posterior de la boca y la nariz donde convergen la lengua con el paladar blando y la campanilla, cuando todo esto choca entre sí con el golpe del aire hace que vibren y produzcan el ronquido. Se genera por la resistencia a respirar por la nariz.

Para el Dr. Esteban Torres Rávago, miembro de la Unidad de Otorrinolaringología y Otoneurología del Instituto Urológico San Román, esta obstrucción en las vías respiratorias puede ser de dos tipos: fisiológico o mecánico. “La flacidez muscular tanto en el paladar como en la faringe y la lengua, entran en el primer aspecto, generalmente producto del sobre peso, trastornos endocrinos -como el hipotiroidismo-, alergias y fallas inmunológicas, consumo de alcohol o pastillas para dormir, entre otros. Por su parte, las causas mecánicas, incluyen afecciones estructurales como desviación del tabique, hipertrofia de los cornetes, aumento de los tejidos de la faringe -adenoides y amígdalas-, vías aéreas estrechas y velo del paladar o úvula (campanilla) larga.”

Según lo refleja la web http://www.tuotromedico.con/ un 45% de las personas adultas ronca frecuentemente, al tiempo que otro 25% es considerado roncador ocasional.

Con el tiempo este padecimiento representa un problema familiar ya que afecta a todos por igual, los que escuchan no duermen y hasta se divorcian y los que roncan tampoco sueñan profundo, pueden presentar tensión arterial elevada y algo conocido como apnea obstructiva del sueño que produce interrupciones de la respiración y los despierta constantemente. Ni hablar de las ojeras que todo este asunto produce.

Si usted se está viendo en este espejo no aguante más y arrástrese o arrástrelo (a) al médico más cercano para que se realice estudios respectivos de nariz, garganta, paladar y cuello con su respectiva Resonancia Magnética para determinar el problema real. Si tiene sobrepeso, seguramente será sometido a exámenes de sangre y la visita al nutricionista no le caería nada mal. Después de esto el especialista le indicará el tratamiento que sea más acorde a su caso, bien sea con medicación o intervención quirúrgica.

Imagínense que el ruido de un ronquido puede alcanzar entre 80 y 90 decibeles (unidad para reflejar la magnitud acústica) que se compara con el sonido que emite un camión a toda velocidad. ¡Que terrible!

Aquí algunos tips que podemos ir empleando como batalla contra los ronquidos: huye del sedentarismo, camina o realiza cualquier tipo de ejercicio a diario; es importante que reduzcas el peso debido a que en los obesos los ronquidos se originan por acumulación de grasa en la laringe lo que dificulta el paso del aire. No uses tranquilizantes ni somníferos ni consumas bebidas alcohólicas antes de acostarte, en lugar de “caer como una piedra” roncaras como un tren a leña. Intenta comer pocas cantidades de comida y bastante ligeras antes de dormir. Acuéstate de lado, evita la posición boca arriba. Coloca una o dos almohadas entre la espalda y el respaldo de la cama. Evita el uso de sistemas de calefacción o aire acondicionado. Propicia un espacio y ambiente de relajación antes de ir a la cama, lee un libro o toma una manzanilla, algo que te genere bienestar que no incluya lo señalado al principio del párrafo y que sumerja a cuerpo y mente en un descanso real.

Entre los tipos de ronquitos que se encuentran figuran: benigno y maligno. El primero, se produce toda la noche continuamente pero no emite sonidos entrecortados. En el segundo, se origina un bloqueo total o parcial en la garganta que genera episodios de paros respiratorios que pueden durar varios segundos y llegan a repetirse hasta 500 y 600 veces en la noche, esto deriva una perdida de oxigeno en la sangre y produce por lo general, hipertensión, arritmias, angina de pecho, infartos al miocardio o trombosis cerebral.

Para los creadores de la web http://www.roncadores.com.ar/ los trastornos del sueño son los grandes causantes de muchas afecciones en nuestro día a día actual “muchas personas sufren de accidentes de tránsito y laborales debido a su mala calidad de sueño ocasionada por los ronquidos y la apnea. Es habitual la falsa idea que las preocupaciones y el stress cotidiano son los responsables del mal dormir, cuando muchas veces, los trastornos respiratorios que se producen durante el sueño, son los verdaderos responsables de este mal descanso”.

Algunos tratamientos que se realizan hoy en día son: Prótesis Bucales: Resuelven temporalmente el problema del ronquido, aunque son poco toleradas y provocan dolores. Tiras nasales: No tienen ningún valor para el tratamiento. Cirugía del tabique nasal: Su indicación es cuando existe una marcada desviación del tabique causante en parte de los ronquidos. Cirugía del velo con láser: anestesia local. Mediante un rayo láser se cortan tejidos de la garganta. Muchas veces requiere de más de una sesión. Puede además dejar secuelas, como cambios permanentes en la forma de hablar y tragar. Entre otros tratamientos.

Feliz 2011 saludable, acude al especialista siempre que lo necesites y evita auto-medicarte. Sonríe siempre. Hasta la próxima.

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