¿Has escuchado hablar de la
enfermedad conocida como EPOC? Este será nuestro tema de hoy.
Se trata de la Enfermedad Pulmonar
Obstructiva Crónica, que se expresa a través de un bloqueo constante del flujo
del aire por las vías respiratorias. Suele dificultarse su diagnóstico y es
irreversible para el paciente. Una vez diagnosticada solo podrá aplicar cambios
en su rutina para mejorar su calidad de vida y hacer más llevadera la
enfermedad.
Usualmente los diagnósticos
de bronquitis crónica o enfisema, están o podrían estar asociados a la
EPOC. En un número de casos importantes son
el primer paso para la identificación de la enfermedad. En un número mayor, el
diagnostico inicial está relacionado con estos padecimientos y con el tiempo se
da con la patología correcta, por ello se considera que la EPOC es, en buen número de
ocasiones, subdiagnosticada.
Es una enfermedad
potencialmente mortal ya que el paciente, usualmente fumador, cree que el
cuadro de tos que presenta o el cansancio al caminar se debe solamente a la
conocida “tos de fumador” o a efectos varios del cigarrillo. Por tanto, la
visita al médico se retrasa, lo que a su vez empeora el cuadro de la enfermedad
y se diagnostica en estadios avanzados.
Ciertamente la EPOC , está vinculada
directamente al cigarrillo, lo que se sabe poco es que, así como afecta a
fumadores activos, también incide en los pasivos, es decir, todos aquellos
quienes recibimos el humo de segunda mano, así como los componentes tóxicos que
se depositan en la ropa, muebles, etc de los fumadores. Hago esta salvedad por
aquellos padres que fuman en la ventana para que no afecte a los niños de la
casa o salen al patio o a la calle. Lamento decirles que esas micropartículas
de todos los componentes tóxicos y cancerigenos del cigarrillo se quedan en la
piel, cabello, ropa, y afecta al entorno significativamente.
Para el 2004, la OMS calcula que en el mundo
existían 64 millones de personas con diagnóstico de EPOC. A pesar de que muchos
especialistas consideran que mas del 60% de los pacientes de EPOC no están
diagnosticados como tal, aún. En la actualidad no se manejan cifras uniformes
mundiales sobre la enfermedad.
Entre sus síntomas figuran la
disnea o falta de aire, tos con flema, infecciones respiratorias recurrentes,
fatiga, sibilancias y la tos crónica.
La población masculina está
expuesta mayoritariamente a la enfermedad sin embargo, en los últimos años se
ha aumentado el diagnostico en mujeres por la inclinación de las campañas
publicitarias dirigidas al consumo femenino del cigarrillo, así como también la
exposición de ellas a combustibles sólidos en la cocina, calefacción, entre
otros.
La realización de la prueba llamada
espirometría es parte de la forma de diagnosticarla. A través de este
procedimiento se mide la cantidad y la velocidad del aire inspirado y espirado.
Los resultados se pueden analizar inmediatamente y el
examen no implica ejercicio, muestras de sangre ni exposición a radiación. Usar un estetoscopio para auscultar los pulmones también
puede servir, sin embargo, algunas veces los pulmones suenan normales incluso
cuando la EPOC
está presente. Las imágenes de los pulmones (como radiografías y tomografías
computarizadas) pueden ser útiles, pero algunas veces parecen normales incluso
cuando una persona tiene EPOC (especialmente radiografía
de tórax). Algunas veces, los pacientes necesitan hacerse un examen de sangre
(llamado gasometría arterial)
para medir las cantidades de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre.
No
hay ninguna cura para la
EPOC. Sin embargo, hay muchas medidas que se pueden tomar
para aliviar los síntomas e impedir que la enfermedad empeore.
Las
personas con EPOC tienen que dejar de fumar, es la única y mejor forma de
disminuir el impacto y daño pulmonar.
Los medicamentos del tratamiento pueden abarcar: inhaladores
para abrir las vías respiratorias. Esteroides inhalados para reducir la inflamación pulmonar. Y antiinflamatorios.
Con
las recaídas o los picos altos de los síntomas EPOC, se recetan antibióticos
para evitar que repunten o empeoren las infecciones respiratorias.
Caminar lento, evitar el aire muy frío, asegurarse de
que nadie fume en la casa, reducir la contaminación atmosférica eliminando el
humo de la chimenea y otros irritantes. Consuma una
dieta saludable con pescado, carne de aves o carne magra de res, al igual que
frutas y verduras. Son algunas de las opciones para disminuir la velocidad de
avance de la EPOC.
Fuentes: OMS. Medlineplus.
Este 14 de noviembre se celebró
el día mundial de la prevención de la
EPOC.
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