“Las mujeres adolescentes y
adultas que tienen anorexia pueden sentir frío todo el tiempo, y pueden
enfermarse a menudo. Las personas que tienen anorexia a menudo están de mal humor. Les cuesta concentrarse y siempre están pensando en los
alimentos. No es verdad que los anoréxicos nunca tengan hambre. En realidad,
siempre tienen hambre. Sentir hambre los hace sentir que controlan su vida y su
cuerpo. Los hace sentir que son buenos en algo: son buenos en bajar de peso. Las personas que
tienen anorexia grave pueden tener riesgo de muerte por inanición”.
Cuando me encontré con este párrafo en un artículo que
leía sobre la anorexia me pregunté por qué no he escrito más seguido sobre este
tema. Cuánto dolor y abandono hay detrás de este trastorno.
Un trastorno alimenticio es una obsesión descontrolada
por los alimentos, en este caso el enfermo toma medidas extremas para evitar
subir de peso. Existen dos tipos: anorexia y bulimia.
La anorexia es una enfermedad que, por lo general, se
produce en mujeres adolescentes, pero también puede producirse en los varones
adolescentes, y en un porcentaje inferior en adultos. Es una obsesión por
mantenerse delgada, no comen y temen subir de peso aunque sea tomando agua.
Chequean exhaustivamente los alimentos y miden frenéticamente las calorías y
grasas de los alimentos. Tomar pildoras adelgazantes y laxantes es bastante
común. Lucen muy delgados pero se ven gordos y tienen a excederse en la
realización de ejercicios. La anorexia busca manejar los problemas emocionales a
través de los alimentos. Lucen enfermas siempre.
Señales de alerta en
la anorexia: autoinanición deliberada con pérdida de peso. Miedo a subir de
peso. Rehusarse a comer o saltarse comidas. Negación del hambre. Usar ropa
ancha. Hacer ejercicio en forma constante. Grandes cantidades de vello en el
cuerpo o en la cara. Sensibilidad a las bajas temperaturas. Ausencia de
periodos o periodos irregulares en mujeres adolescentes o adultas. Caída del
cabello. Autopercepción de estar gorda cuando se está realmente muy delgado.
Obsesión por las calorías, los gramos de grasa y los alimentos. Uso de algún
medicamento para evitar subir de peso (píldoras para adelgazar, laxantes,
píldora para orinar).
Si usted presencia
los siguientes signos, ya esta persona podría estar ocultando un trastorno
alimenticio: vómitos después de las comidas. Desmayos. Aumento de la ansiedad por el peso. Callosidades o cicatrices
en los nudillos (por vomitar en forma forzada). Negación de que algo anda mal.
Terapeutas apuntan a que las principales causas
de la anorexia están meramente relacionadas con el aspecto emocional individual
y familiar del enfermo. El componente social es muy importante en especial en
países con exigencias elevadas en cuanto a la belleza corporal o países con
altas tazas de suicidio.
Para que puedan aplicarse un tratamiento
efectivo, el paciente debe asumir que tiene un problema, hecho que ocurre en
pocas ocasiones. Debe ir acompañado de ayuda psicológica y a su vez nutricional
para tratar de recuperar el peso ideal de forma saludable.
El tratamiento no solo
consiste en cambiar los hábitos de alimentación de una persona. Los pacientes
anoréxicos, por lo general, necesitan recibir asesoría durante un año o más, de
modo tal que puedan trabajar en el cambio de los sentimientos que están
provocando sus problemas de alimentación. Estos sentimientos pueden ser por el
peso, por problemas familiares o por problemas de autoestima. A algunos
pacientes anoréxicos les ayuda tomar medicamentos que hacen que se sientan
menos deprimidos.
Una anorexia sin tratamiento y atención médica puede
causar estragos en la salud: problemas estomacales. Problemas cardíacos.
Irregularidad o ausencia de periodos. Vello fino en todo el cuerpo, incluido en
la cara. Sequedad y escamosidad de la piel. Problemas en los riñones. Problemas
dentales por la provocación del
vomito. Deshidratación.
Al igual que las mujeres que sufren de
trastornos de la alimentación, los hombres tienen una imagen corporal
distorsionada. Para algunos, los síntomas son similares a los observados en las
mujeres. En otros, el inicio puede estar marcado por una dismorfia muscular, un
tipo de trastorno que se caracteriza por una preocupación extrema por aumentar
la masa muscular. A diferencia de las mujeres con
trastornos de la alimentación, que en la mayoría de los casos lo único que
quieren es perder peso, algunos de los hombres con dismorfia muscular se ven
más pequeños de lo que en realidad son y quieren engordar o desarrollar más
músculos. Los niños y los hombres corren un riesgo mayor de usar esteroides u
otros fármacos peligrosos con el objetivo de aumentar la masa muscular.
Aunque los hombres con trastornos de la
alimentación presentan los mismos síntomas que las mujeres, es menos probable
que se les diagnostique con lo que generalmente se considera un trastorno
"femenino". Se debe investigar más para
comprender mejor las características individuales de estos trastornos en los
hombres.
Con información de: familydoctor.org y National
Institute of Mental Health (Nimh).
En próximas columnas estaremos abordando más
sobre los trastornos alimenticios. Síguenos en tuiter e instagram
@gentesaludable. Sonríe siempre, hasta la próxima.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario