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sábado, 6 de agosto de 2011

Cuidado con la tos


Si usted es de esos casos que presentan recurrentemente tos crónica y falta de aire al realizar cualquier actividad, no se quede con la auto-medicación ya que puede estar en manos de un padecimiento incurable, la EPOC, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica.

Se caracteriza por un bloqueo persistente del flujo de aire y lo que resulta más preocupante es que está descrita por la Organización Mundial de la Salud como una enfermedad subdiagnosticada y potencialmente mortal que altera la respiración normal y no es totalmente reversible. Los términos bronquitis crónica y enfisema están obsoletos, quedando englobados en el diagnóstico de EPOC.

Entre algunos datos alarmantes podemos presentarles: es mucho más grave que la tos del fumador. Se calcula que hubo 64 millones de personas con EPOC en el 2004. En 2005 murieron por esta causa más de 3 millones de personas, lo cual representa un 5% de todas las muertes registradas ese año. Aproximadamente un 90% de las muertes por EPOC se producen en países de bajos y medianos ingresos. La principal causa es el humo del tabaco (fumadores activos y pasivos). En la actualidad, afecta casi por igual a ambos sexos, en parte debido al aumento del consumo de tabaco entre las mujeres de los países de ingresos elevados. No es curable, pero el tratamiento puede retrasar su progresión. Se prevé que, en ausencia de intervenciones para reducir los riesgos, y en particular la exposición al humo del tabaco, las muertes por esta enfermedad aumenten en más de un 30% en los próximos 10 años.

Como casi todos los padecimientos que conocemos, la EPOC es prevenible, ya que su principal causa es el humo del tabaco (fumadores activos y pasivos), sin embargo, también son determinantes otros factores de riesgo tales como: la contaminación del aire de interiores (por ejemplo, la derivada de la utilización de combustibles sólidos en la cocina y la calefacción); la contaminación del aire exterior; la exposición laboral a polvos y productos químicos (vapores, irritantes y gases) y las infecciones repetidas de las vías respiratorias inferiores en la infancia.


Debe estar alerta ante cualquier síntoma. Los primeros indicadores pudieran ser extremo cansancio al caminar de un lado a otro con mucha dificultad para respirar, situación que se agrava igualmente al subir escaleras o realizar algún esfuerzo físico. Puntualmente son la disnea (falta de aire), la expectoración anormal y la tos crónica. A medida que la enfermedad empeora, pueden hacerse muy difíciles actividades cotidianas como subir unos cuantos escalones o llevar una maleta.


Antes, la EPOC era más frecuente en el sexo masculino, pero debido al aumento del consumo de tabaco entre las mujeres de los países de ingresos elevados y al mayor riesgo de exposición a la contaminación del aire de interiores (por ejemplo, la derivada de la utilización de combustibles sólidos en la cocina y la calefacción) entre las mujeres de los países de bajos ingresos, en la actualidad afecta casi por igual a ambos sexos.
Aproximadamente un 90% de las muertes por EPOC se producen en los países de bajos y medianos ingresos, donde no siempre se ponen en práctica o son accesibles las estrategias eficaces de prevención y control.


En cuanto al tratamiento y diagnóstico, se confirma con una prueba simple, llamada espirometría, que mide la cantidad y la velocidad del aire inspirado y espirado. Como tiene una evolución lenta, generalmente se diagnostica en personas de 40 años o más.


La EPOC no se cura, pero hay varios tratamientos que pueden ayudar a controlar sus síntomas y a mejorar la calidad de vida de los pacientes. Por ejemplo, los medicamentos broncodilatadores pueden mejorar la disnea.
Organismos de control internacional como la OMS han adelantado algunos esfuerzos y exhortaciones en pro del resguardo de los habitantes del mundo y cuyos objetivos son: aumentar la sensibilización acerca de la epidemia mundial de enfermedades crónicas; crear ambientes más saludables, sobre todo para las poblaciones pobres y desfavorecidas; reducir los factores de riesgo comunes de las enfermedades crónicas, tales como el consumo de tabaco, las dietas malsanas y la inactividad física; prevenir las muertes prematuras y las discapacidades evitables relacionadas con las principales enfermedades crónicas.


El Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco es una respuesta a la mundialización de la epidemia de tabaquismo y tiene por objetivo proteger a miles de millones de personas de la exposición nociva al humo del tabaco. Es el primer tratado sanitario mundial que ha negociado la Organización Mundial de la Salud y ha sido ratificado ya por más de 167 países.


Si ya usted padece la enfermedad puede trabajar en construir un hogar saludable: evitar el aire muy frío; asegúrese de que nadie fume en la casa y reduzca la contaminación atmosférica eliminando el humo de la chimenea y otros irritantes.


Consuma una dieta saludable con pescado, carne de aves o carne magra de res, al igual que frutas y verduras. Si le resulta difícil evitar bajar de peso, hable con el médico o un nutricionista respecto a consumir alimentos con más calorías.






Los tratamientos quirúrgicos pueden abarcar: cirugía para extirpar partes del pulmón afectado, para algunos pacientes con enfisema y/o trasplante de pulmón para casos graves.
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