Arrancamos con sarcasmo esta vez. Las cajetillas de cigarrillos, las
vallas, las publicidades, todas dicen tipo perorata criolla “se les recuerda
que fumar es nocivo pa´la salud; si te fumas toda esta caja se te caerán los
dientes y te dará cáncer de lengua, la saliva se te pondrá piche y además tarde
o temprano morirás”, esto acompañado de la respectiva foto bizarra que uno
esconde de los niños de la casa y de cualquier allegado y aún así el número de
fumadores aumenta y aumenta todos los años, entonces nosotros te decimos que
todo es maravilloso a ver si te espantas.
Desde la prohibición del Ministerio para la Salud que impide a los
fumadores, prender su vicio en locales cerrados y contaminarnos a los demás,
muchos lugares se han humanizado y dignificado. La ropa ya no te queda hedionda
de una simple cena y el cabello mantiene su olor de shampoo y cremas luego de
una noche de bailanta. Es decir, en el caso de las chicas ya no perdemos el
glamour tan rápido pues.
El tema del cigarrillo a mi particularmente me pone de malas, y
cuando veo las cifras de mortalidad mundial entro en morfosis y me transformo
(en mi mente) en un monstruo gigante que quisiera acabar con las tabacaleras de
un solo zapatazo.
En los últimos años ha aumentado su consumo en países de todos los
continentes debido a las estrategias de mercadeo emprendidas por las grandes
empresas para captar al público femenino y a los jóvenes, idea que ha surtido
efecto.
El tema de los locales comerciales y la prohibición de fumar dentro,
al principio fue algo polémico pero la tranquilidad con la que todos la tomamos
indica que había una sociedad que pedía a gritos una resolución de ese tipo.
A parte de las campañas publicitarias en muchas ocasiones los
responsables de que los adolescentes fumen son los propios padres fumadores.
Crecen observando eso, y no contentos con la contaminación que ya tienen los
hijos de padres adictos, además agarran el vicio a muy temprana edad. Estos
chamos, es muy usual que los veamos con mucho resentimiento diciendo “no tiene
moral para prohibirme fumar”, generan rechazo hacia esas conductas que ven en
sus padres y no saben como manejar la frustración de otra forma que no sea
imitándolos para tratar de generar el efecto de choque en sus padres. Es algo
complejo, de trabajo familiar, de responsabilidad social.
En los liceos también la juventud anda de su cuenta y aquí me pongo
en modo viejita, ni los profesores ni los directores en la mayoría de los casos
pueden controlar la situación porque no pueden o porque los niños en cuestión
pelan hasta por la LOPNNA
para defender sus “derechos” y si se les llaman a los padres, algunos que se la
dan de engañados, se espantan porque sus “niños” son incapaces de portarse mal
y los cambian a un colegio donde los comprendan más y “no la tengan agarrada
con ellos”. Así estamos, entre autoridades que se hacen la vista gorda, padres
que no tienen tiempo para poner mano dura con el ajetreo diario y una sociedad
rodeada de volatilidad, nuestros jóvenes son los principales consumidores de
este vicio letal.
Algunos y algunas recapacitan cuando ya tienen como 27 o 28,
cerquita de los 30 años que empieza la fiebre de ponerse buenote, cuidarse,
comer saludable, o simplemente porque durante la relación sexual les falló la
erección y en pánico se dieron cuenta que su organismo está lanzando alarmas.
Algunos a esta edad ya tiene fácil unos 10 años fumando y si tomamos en cuenta
que el cuerpo tarda 5 años para desintoxicarse de un solo cigarrillo pues… le
deben la vida al aire puro y a la comida sana para que Chuíto desde el cielo
les de chance de vivir largo.
Les presentamos más datos: en el humo de tabaco
hay unos 4000 productos químicos conocidos, de los cuales se sabe que, como
mínimo, 250 son nocivos, y más de 50 cancerígenos para el ser humano. El humo
de tabaco en espacios cerrados es inhalado por todos; por lo tanto, tanto
fumadores como no fumadores quedan expuestos a sus efectos nocivos.
Unos 700 millones de niños, o sea, casi la
mitad de los niños del mundo, respiran aire contaminado por humo de tabaco. Más
de un 40% de los niños tienen al menos un progenitor fumador. En 2004 los niños
fueron víctimas del 28% de las 600 000 muertes prematuras atribuibles al humo
ajeno.
El tabaquismo pasivo es causa de graves
enfermedades cardiovasculares y respiratorias, entre ellas la cardiopatía
coronaria y el cáncer de pulmón, en el adulto; de síndrome de muerte súbita en
el lactante, y de bajo peso al nacer en el feto. Ni que ventiles la casa o
fumes en el pasillo te libras, el tabaco se deposita invisible en tu ropa y
muebles y contamina igual. Si te parece que el cigarro es buenísimo y quieres
seguir dañando tu vida y la de los tuyos, pues, adelante, nosotros cumplimos
con avisarte.
31 de mayo Día Mundial de No Fumar. Hasta la
próxima.
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