Los padres siempre tienen dudas sobre la
crianza de sus hijos y especialmente como decirles que NO ante una situación
que lo amerite sin sentirse culpables. De manera particular, los padres
primerizos tienen una errada asociación entre el “no” y la perdida de afecto
por parte de sus hijos, por ello, los consienten o mejor dicho, los mingonean,
con ausencia de normas y reglas en casa y espacios sociales y eso los convierte
en niños incontrolables que usualmente los vemos en bancos, escuelas, fiestas
infantiles, haciendo pataletas para llamar la atención de forma desbordada.
Por esta razón, hoy les presentó la
columna de la Pediatra Morella
Martínez que como colaboradora de Gente Saludable nos hace llegar a través de
su blog www.pediatraymama.blogspot.com
y arranca así:
Nuestros hijos representan la satisfacción
más grande que se pueda tener, con sus momentos tranquilos y sus etapas
traviesas y de experimentación, siempre son nuestro motivo de alegría y
motivación. Pero dentro de su desarrollo sano es necesario que como padres y
formadores aprendamos a ponerles límites y a decirles que "NO".
Los niños pequeños no saben manejar las
frustraciones y si quieren algo lo desean "ya", "ahora" y
de la forma en que les gusta, pero lamentablemente el mundo no siempre puede
darnos lo que queremos y por eso hay que enseñarlos a controlar los deseos y a
tener paciencia. Papá y mamá imponen las reglas, no porque deban comportarse
como "ogros" si no porque nadie los ama y protege más, por lo tanto
todos los "no" que usamos son para evitar peligros, daños y
aprendizajes inadecuados.
Ante la mayoría de las cosas los padres
pueden negociar y lograr un final feliz sin necesidad de llegar a desencadenar
una rabieta o a imponer una conducta intolerable para su hijo, así que poco a
poco se va aprendiendo a dar el peso justo a cada cosa y a equilibrar la
permisividad en casa. Es muy importante explicarle al niño por qué no puede
hacer algo y no decir simplemente "no porque yo lo digo", eso no
tendría sentido para él y se sentiría aún más frustrado. Si usted se toma unos
segundos para explicar el por qué de su prohibición, el niño madurará más
rápidamente el concepto de "correcto" e "incorrecto" y no
de "prohibido" o "no prohibido por papá o mamá".
Un niño pequeño no conoce el concepto de
peligro y se expondrá muchas veces al él. No parece lógico que usted le grite o
regañe porque se está acercando al fuego, si él no sabe lo que es; entonces el
límite correcto implica una enseñanza: "no te acerques al fuego porque es
muy caliente y quema". No convierta sus días en eternos NO, una negativa
puede transformarse en algo positivo para el niño: "no puedes jugar con
una tijera porque puedes cortarte, pero te puedo prestar estos colores y
dibujamos".
Al niño hay que ofrecerle alternativas
porque no parará de experimentar cosas, muchas de ellas peligrosas o indebidas.
Hay escalas de NO, debe utilizar su inteligencia y madurez de adulto para que
el niño también aprenda a percibirlos, el lenguaje corporal de los padres
muchas veces basta para que el niño se de cuenta que no está actuando
correctamente. Cambie el tono de voz de acuerdo a la "gravedad" de la
conducta de su hijo, no es lógico gritar un NO o golpear la mesa porque el niño
pide un caramelo, pero es diferente al No enérgico y disciplinario cuando el
niño, por ejemplo golpea al hermanito.
Refuerce las muestras de afecto para su
hijo, a medida que crece irá comprendiendo implícitamente que usted le niega
algo porque lo ama y lo protege. Aunque parezca mentira el niño amado y
respetado aprende a pensar "si mi mamá lo dice debe ser por algo
bueno". Nunca ceda después de un NO necesario, transforme el permiso o la
recompensa si piensa que no hizo lo correcto o exageró, los padres también nos
equivocamos y mucho. Si su hijo está jugando con algo delicado y usted
considera que puede romperlo o dañarlo dígale con autoridad y tranquilidad por
qué no puede manipularlo, imagínese la confusión del niño si después de llorar
y gritar usted decide darle el objeto para que se calle. . . "me dijo que
no, pero si lloro consigo lo que quiero!" Mantega su posición con
serenidad y si lo desea ofrezca una opción: "con esto no se puede jugar
porque se daña y es para el trabajo de mamá, puedes jugar con esto que si es
para niños".
Enséñele a tener paciencia y a cumplir
órdenes, no postergando sus necesidades, sino manejando el tiempo para cumplir
deseos. "te preparé tu comida favorita, pero primero vamos a lavarnos las
manos", es mejor que un "te aseas o no comes". "Si puedes comer
postre, pero luego de la cena", mejor a un "no te voy a dar
helado". "Si puedo llevarte al parque pero cuando regrese del
trabajo" u "hoy no podemos llevarte al parque porque trabajamos, pero
al regresar podemos jugar un rato". Hay "buenas" maneras de
imponer disciplinas, consigan la fórmula perfecta e individual para su familia
y le aseguro que serán padres más relajados.
Espero que estos tips de la Pediatra y mamá Morella
Martínez le ayuden a tener una relación más exitosa y saludable con esos seres
tan amados como son nuestros hijos. Sonríe siempre. Hasta la próxima.
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