En Venezuela existe todo un movimiento, mitad
moda, mitad vida saludable que se desarrolla en torno a las carreras y
maratones, además ha sido una gran oportunidad para diversas impresas que se
las han ingeniado para organizar eventos relacionados cada vez más atractivos.
El domingo 6 de mayo me tocó correr mi primera carrera,
Adrenalina a millón, con el kit de la carrera en mano, tenía muchos nervios por la ruta y la resistencia del cuerpo.
Unas 2.200 mujeres corrieron ese día, desde las 5:30 AM empezamos a llegar a
7 de la mañana en punto, hora de la partida, todas apretaditas una al lado del otra frente al gran arco de “salida”, empezó el conteo y de ahí arrancamos. Poco a poco porque la aglomeración no permitía nada diferente y así fuimos avanzando.
Ustedes se preguntaran por qué les estoy contando todo esto, aquí viene el punto, apenas en la primera vuelta de esquina y ni se diga en la primera subida, la cantidad de “caminantes” era significativa. Uno va luchando con la mente para que pueda alinearse con el cuerpo y logres culminar la meta, sobre todo si es tu primera carrera en la que no sabes cómo es a ciencia cierta el asunto. Y en esa lucha interna da muchísimo fastidio conseguirte con esa “carrera de obstáculos” que debes ir sorteando o esquivando para poder avanzar a espacios más cómodos.
Entiendo que siempre hay una primera vez y que todos tenemos derecho a probar una primera carrera, sin embargo, llegar al sitio sin ningún tipo de preparación es contraproducente desde todo punto de vista. El cuerpo, los músculos, los tendones, sienten un shock tremendo porque no están acostumbrados a esa exigencia física y además, para quienes si entrenamos, representan de verdad, un obstáculo.
Mares y mares de chicas, agotadas en las intensas subidas que planificaron para nosotras, algunas con sobrepeso, algunas muy delgadas, otras con rodilleras o tobilleras, se notaba un esfuerzo significativo en el reto, pero es el momento de preguntarse si el cuerpo de cada una de nosotras estaba preparado para ese reto, para ese esfuerzo.
Cuando decides emprender este tipo de metas lo primero que debes hacer es acudir a diversos especialistas médicos para realizarte las evaluaciones correspondientes. El internista a través de exámenes de laboratorio chequeará que tus valores estén sin ninguna alternación y goces de buena salud e ese aspecto. El cardiólogo observará tu corazón y determinará si está preparado para activarlo en un ejercicio como el trote o las carreras. El traumatólogo inspeccionará tus articulaciones y músculos para identificar si hay alguna molestia o lesión que pueda agravarse vertiginosamente al momento de arrancar los ejercicios. El nutricionista podrá indicarte un régimen alimenticio que te ayude a mantener o recuperar tu peso, según sea el caso y lo más importante, que puedas usar tu alimentación para colmarte de energías para que tu cuerpo se sienta activo y motivado a moverse.
Una vez que inspecciones todos estos aspectos importantísimos de tu cuerpo, debes acudir a un entrenador físico calificado, quien progresivamente va a entrenar tu cuerpo para adaptarlo, a través de los ejercicios, al campo, la resistencia, estiramientos, etc.
Afortunadamente aguanté la pela de los 5k trotandito hasta en las subidas y ganando un poco de aliento en las bajadas para lograr llegar a la meta, sin embargo, me enojó la sensación de tener que esquivar a decenas de mujeres agotadísimas sin ni siquiera llegar al segundo kilómetro. Aunado a esto en la llegada matutina, observar a muchas de estas mismas chicas, maquilladísimas, cabello secado y perfectas para una salida de paseo pero no para una carrera.
Es importante que cuiden su cuerpo y además no
interrumpan el esfuerzo de los demás. Anímate a entrar y a disfrutar plenamente
cada uno de tus retos deportivos. Gente Saludable, gente como tú. Hasta la
próxima.
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