Algunas personas con ciertos tics extraños a veces nos
llaman la atención en la calle, se ven poco pero, es inevitable prestarles
atención. Podríamos estar hablando del Síndrome de Tourette.
Es un trastorno neurológico que se caracteriza por la
presencia de tics (movimientos involuntarios repetidos y sonidos vocales). No
es degenerativo ni afecta la inteligencia, aunque en algunos casos puede ir
asociada a otras patologías como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad,
trastorno obsesivo compulsivo, trastornos en el proceso de aprendizaje,
ansiedad, depresión, que pueden causar más dificultades al paciente que los
propios tics. Aparecen entre los 2 y 15 años de edad y junto con sus síntomas también se han descrito otros signos como irritabilidad,
dificultades en la atención e intolerancia a la frustración. Generalmente, los
síntomas son más severos durante la primera década de enfermedad y pasada la
adolescencia mejoran gradualmente. Los tics son movimientos o vocalizaciones
involuntarias, súbitas, rápidas, recurrentes, arrítmicas y estereotipadas.
Se desconoce la causa de esta enfermedad, aunque en muchas
familias se ha podido observar una relación genética, ya que aproximadamente el 10% de los afectados tienen historia familiar del
trastorno y afecta con más frecuencia a hombres que a
mujeres, en una relación de 3 por cada 1.
El trastorno lleva el nombre del neurólogo francés Dr.
Georges Gilles de la Tourette,
quien en 1885 describió a 9 pacientes con tics vocales y motores.
Los tics pueden ser motores y vocales y, a su
vez, se dividen en simples y complejos. Pueden ser suprimidos voluntariamente
por la mayoría de personas durante minutos u horas, pero la mayoría los
experimentan como irresistibles. A veces se pueden atenuar con relajación o
concentración en una actividad, y suelen desaparecer durante el sueño.
Tics simples: son aquellos caracterizados por contracciones repetitivas y
rápidas de grupos musculares funcionalmente similares. Los que se describen más
comúnmente son los que afectan la cabeza y el cuello, como por ejemplo cerrar
los ojos, sacudir el cuello, hacer gestos faciales, arrugar la
nariz, contraer la boca, mostrar los dientes, subir las cejas, guiñar un ojo,
morder los labios u otras partes, sacar la lengua, desplazan hacia adelante la
mandíbula inferior, cabecear, mirar a los lados, girar la cabeza
bruscamente y encogerse de hombros.
Los tics vocales simples incluyen toser,
carraspear, gruñir, inspirar fuertemente aire por la nariz o soplar, entre
otros. Existen otros tics que afectan los sistemas respiratorio y digestivo,
como hipo, suspirar, bostezar, respiración exagerada, eructar, chupar o hacer
sonidos de saborear.
Tics complejos: oler objetos, saltar, tocar, la ecopraxia (imitación de gestos o
posturas de otra persona) y la copropraxia, que consiste en realizar gestos con
connotación pornográfica. Y entre los tics vocales complejos: repetir sílabas,
palabras o frases que ha proferido otro, y uso de la palabra soez.
El
tratamiento no debe limitarse solamente al control de los tics motores, sino
que debe ser multidisciplinario y tener en cuenta todos estos aspectos para que
los niños puedan llevar una vida normal. Lo podemos dividir en los siguientes
puntos: farmacológico, psicológico, educativo, información, grupos de autoayuda
e intervenciones específicas.
El pronóstico del trastorno es bastante positivo con un tratamiento
es riguroso, sin embargo siempre se debe tener en cuenta que es un síndrome crónico,
con remisiones y exacerbaciones. En muchos casos tiene un curso benigno y
mejora después de la adolescencia. Los síntomas iniciales pueden disminuir,
persistir o aumentar y los viejos síntomas pueden ser remplazados por otros. Las
personas muy afectadas pueden tener problemas emocionales serios, incluida una
depresión mayor. Algunas de esas dificultades parecen estar asociadas con las
consecuencias sociales y académicas del trastorno.
Al igual que todos los trastornos y padecimientos el Síndrome de
Tourette se presenta como un enigma médico más que, al tenerlo presente en
casa, debe estar acompañado de mucho amor, paciencia y comprensión. Serán
jóvenes que se sentirán señalados e incluso notablemente distintos y allí será
cuando la familia debe predominar manteniendo la calma y explicándoles cuantas
veces sean necesarias todo el proceso de su trastorno. Además es recomendable
tener encuentros especiales con las maestras y compañeros de clases para
familiarizarlos con el tema y fomentar así la mayor integración posible.
El valor de la amistad y de la familia serán fundamentales para que
el niño forje su autoestima y se desenvuelva en un entorno tranquilo y
armonioso que le permita llevar su tratamiento de la manera menos invasiva
posible.
Con información de la
Asociación española para pacientes con tics y Síndrome de
Tourette.
¿Quieres sugerirme algún tema? ¿Quieres hacerme alguna consulta?
Escríbeme gentesaludableradio@gmail.com
Hasta la próxima. Sonríe siempre.
2 comentarios:
Hola! muy bueno este articulo sobre el tourette! quisiera saber si existes asociaciones particularmente aquí en caracas, quiero hacer mi tesis de 5to año sobre este tema y buscando cualquier informacion sobre esto!! muchas gracias! :)
Hola, Gabriela Delgado, he estado buscando información para poder ayudarte y no la he conseguido.... si te interesa algún otro Síndrome como Asperger, Autismo o Rett... podríamos intentar....
gracias
Feliz tarde
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