La nueva era viene acompañada de un montón de cosas que la
globalización nos ha metido en el bolsillo, en el estómago, en la cabeza y en
todos lados para que no se nos olviden y además para que las practiquemos casi
a diario como si formaran parte de la naturalidad. En este empacado viene algo
con un nombre rarísimo que apenas empieza a conocerse en Venezuela, el
“sexting”.
Esto se refiere al
envío de contenidos eróticos o pornográficos por medio de teléfonos móviles.
Comenzó haciendo referencia al envío de mensajes de texto de naturaleza sexual,
ya hasta el momento se toman en cuenta los mensajes de pin del sistema
Blackberry, fotos por Whatssapp, etc. Todo el uso de las redes sociales.
Desde el año 2005 este tema ya es abordado
en países como Australia y Nueva Zelanda, en Venezuela apenas es muy reciente
con nombre pero en la práctica es famoso.
Algunos consideran esta práctica como algo
inofensivo e incluso positiva para romper las barreras de la timidez, pero lo
cierto es que, los teléfonos inteligentes en manos de pre-adolescentes y
adolescentes, pueden convertirse en un arma letal para la estabilidad emocional
de ellos y de su familia. Usualmente, cuando estos chicos se animan a tomarse
fotos sugerentes, las consecuencias son indeseadas.
El ciclo es más o menos así en buena parte
de los casos, el chico o la chica, se anima a tomarse la foto y luego a
enviarla, esa persona a su vez, se la enseña a otra para compartir el logro o
la hazaña de haberla obtenido o la reenvía por una o varias redes sociales y
así arranca una cadena que puede terminar en masificación de la fotografía lo
que a su vez deriva en acciones como acoso escolar desde sus diferentes aristas
como persecución, burlas, golpes, acecho, chantajes, etc.
Este grupo generacional debe ser altamente
supervisado por sus padres, profesores y representantes, pero lo más importante
de todo, es que un adolescente NO necesita un teléfono inteligente. NO necesita
tener pin, ni Twitter y mucho menos Facebook. Todas estas redes tienen mensajes
privados que se prestan al intercambio de contenido no acorde a su edad. Si el
problema es comunicarnos con nuestros hijos, cualquier aparato sencillo y
barato que reciba llamadas y mensajes de texto será suficiente. No contribuyas
con insertar a tu hijo en un mundo que no tiene vuelta atrás. Todo llega a su
momento.
Las generaciones intermedias, usan el
sexting como un juego erótico, entre exhibicionista y voyeurista (contemplación
de personas desnudas o realizando algún tipo de actividad sexual con el
objetivo de conseguir una excitación sexual), para aumentar su deseo o
disminuir la timidez. Las parejas podrían asumir algunos de estos roles, o
ambos, uno es el exhibicionista y el otro mira, o viceversa, sin embargo,
mientras más flexibles sean, más perdurable será el juego y el placer.
Claro, esto en el caso de las parejas. Un
grupo numeroso, sin tener pareja, juega a esto del sexting con una o varias
personas, con el único fin de masajearse el ego y de lograr algunos cumplidos
por parte del otro, quienes eventualmente terminan provocándose de manera tal
que el encuentro físico es casi inevitable.
El psicoanalista Pedro Horvat, dijo sobre
el tema “hace 50 años dominaba la palabra, hoy domina la imagen”. Nada más
cierto que esto, no solo con el sexo, con todo, se sube una imagen al Twitter
de cualquier hecho y ya es suficiente para revolucionar una ciudad, un país, al
mundo entero.
Horvat asegura que hay un cambio
sustancial en la noción de la intimidad “La idea de lo íntimo, los límites entre lo íntimo,
lo privado y lo público se han corrido, por lo tanto, lo que yo en otra época no
hubiera compartido, hoy lo comparto y lo hago público; ese es
uno de los elementos que hace que estas fotos aparezcan en Internet ya de
manera deliberada. No quiere decir que la gente no tenga intimidad, sino que la
intimidad es otra cosa, ya no es la exhibición del cuerpo. Nadie guarda en
secreto lo que ya no es cuestionado por la sociedad”.
Otro
psicoanalista, el argentino Andrés Rascosky, comenta “la mujer siente un placer
enorme en ser mirada y deseada. Se arregla, se viste o desviste, se pone
fetiches, como las joyas, para convocar la mirada del hombre. El hombre tiene
como condición desear. Si uno busca ser deseado está en un posicionamiento femenino“.
Ambos expertos aseguran que estas prácticas en adultos si son de
mutuo acuerdo no traen ningún efecto negativo, por el contrario contribuyen a
una mejor sensualidad y sexualidad en ambos roles y además permite mayor
apertura en la intimidad de ambos, haciéndolos sentir más confiados, más libres
y deseosos del próximo encuentro, con URGENCIA.
Los esposos, y aquí consulté también a varios amigos casados, usan
esta herramienta para “calentar” el camino a casa de la pareja. Fotos y
mensajes son perfectos para traerlos a casa más rápido de lo normal “porque ya
saben lo que les espera”. Así dijo una entre risas, quien confiesa que utiliza
todas las estrategias tecnológicas y personales para mantener viva la llama.
Todos coincidieron en que mientras se use para acercar más a la pareja y avivar
la pasión y el amor, son válidas, eso sí “teléfonos con clave porsia” dijo uno
de los casados.
El sexting, en edad adulta y responsable está considerado como
válido, así que practícalo con conciencia y cuida que tus hijos estén muy lejos
de estas experiencias. Sonríe siempre. Hasta la próxima.
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