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viernes, 18 de marzo de 2011

Mal aliento, un acto de amor


Uno se cala el mal aliento de cualquier otro UNICAMENTE por amor, de lo contrario solo provoca salir corriendo prácticamente hasta el fin del mundo. Y es que la persona que lo padece no lo nota pero para todos los que estamos alrededor resulta una verdadera tortura.

El nombre real es halitosis y es provocada por la descomposición bacteriana de partículas de alimentos, células, sangre y algunos componentes de la saliva. De este modo, 90% de las causas se originan en la boca. Así lo explican los especialistas en la web geosalud.com.

En la publicación “Acta odontológica venezolana” el profesor Salvador Cicco explica: “la halitosis, hálito: aliento, y osis: proceso generalmente patológico, presenta otros nombres como: Mal aliento. Es un problema no solo Médico – Odontológico, sino también psicológico y social para el paciente. Esta condición nos ha acompañado desde principios de la humanidad esto se puede confirmar en el capítulo 37 en el libro del Génesis, cuando menciona al mastic (resina derivada del Lentiscus de Pistacia), la cual era utilizada para refrescar el aliento.

Se calcula que entre 40 y 50 % de la población ha sufrido de mal aliento en algún momento de su vida y entre las causas mas relevantes se le atribuyen: mala higiene bucal (cepillado incorrecto o limpieza con hilo dental inadecuada). Enfermedad de las encías. Ingesta de ciertos alimentos, como cebolla o ajo. Tabaco y alcohol. Sequedad bucal (provocada por medicamentos, trastornos clínicos y por disminución del flujo salival durante el sueño, de allí el término "aliento matinal"). Enfermedades sistémicas como cáncer, diabetes, hígado y trastornos hepáticos.

Una reconocida marca de crema dental da algunas recomendaciones para detectar esta afección: Una de las formas es cubrirse la boca y la nariz con la mano, exhalar y oler el propio aliento. Otras de las maneras es preguntarle a alguien de confianza o a nuestro odontólogo si tenemos mal aliento.

Sorprendentemente investigando uno se encuentra cualquier cantidad de tipologías impresionantes que jamás te imaginas que existan dentro de un olor tan terrible, pero es así, afortunadamente un montón de académicos preocupados se han esmerado en aclarar o mejor dicho perfumar el panorama con sus investigaciones. Aquí algunas clasificaciones extraídas del “Acta odontológica venezolana”: por alteraciones fisiológicas: Estrés, estados de deshidratación, envejecimiento, todos estos estados pudieran producir mal olor oral, esto se debe a la disminución del flujo salival y por tanto a la disminución de la limpieza mecánica de los dientes. También la ovulación en la mujer se ha relacionado y es debido a que los tejidos orales se renuevan con frecuencia esto causado por un alza en los estrógenos durante este período, utilizando las bacterias orales las células descamadas como alimento. Las dietas para adelgazar pueden generar mal olor oral esto es debido a que al aumentar la extracción de ácidos grasos de los tejidos adiposos.

Origen gastrointestinal: los gases del tracto gastrointestinal superior, normalmente no se mezclan con el aire espirado, vomitando o eructando es cuando se puede producir mal olor. Casi todos podemos relacionar la experiencia de un eructo que causa una asociación del aroma de un rábano, coliflor u otra comida o bebida. Los pacientes que tienen mal olor y presentan dispepsia, estreñimiento u otra perturbación del intestino deben enviarse a un internista o gastroenterólogo. Cuando hay obstrucción intestinal confiere olor fecal al aliento.

Originada en el tracto respiratorio: las enfermedades dentro de los pulmones o el tracto respiratorio superior casi siempre producen mal aliento, como la bronquiectasia, la bronquitis, el absceso pulmonar y la tuberculosis pulmonar.

Halitosis Imaginaria: existen pacientes que se quejan de mal aliento crónico y tienen una variedad de síntomas psicopatológicos, el paciente cree que emana un olor fuerte de alguna parte del cuerpo y generalmente es la boca; lo cual va a interferir en su normal desenvolvimiento social y es producto de su imaginación.

El tratamiento para los casos leves es muy sencillo: cepille profundamente y de manera correcta sus dientes por lo menos dos veces al día y realice una limpieza con hilo dental para retirar la placa bacteriana y restos de alimentos. Cepillar la lengua también reduce el mal aliento. Si usa prótesis removibles, retírelas todas las noches y límpielas minuciosamente antes de volver a colocárselas. Visite a su odontólogo periódicamente para realizarse revisiones y limpiezas dentales. Si la causa esta ligada al cigarrillo o alguna otra enfermedad debe acudir a los especialistas correspondientes para que el tratamiento sea el más adecuado según sus necesidades.

Es más, en secreto, entre ustedes y yo, aquí en esta columna que nadie nos lee, no se cale el mal aliento de nadie ni por amor a menos que sea el de su madre, padre, abuelos o sangre de su sangre, de resto, créame, no vale la pena. Tiene dos opciones o se lo dice de manera amorosa para que se ponga las pilas o simplemente huya. Con la primera opción, a veces solo a veces, corres el riesgo de ser tan comprensiva (o) que esa persona termina huyendo de ti por sentir agobio y con la segunda, usted se sentirá muy relajado (a). Aunque como Gente Saludable es nuestro territorio de paz simplemente haga lo que le dicte su corazón, ese es el mejor consejero, sin duda. Los amo infinitamente. Sonrían siempre. Hasta la próxima.

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